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El Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) pidió en una carta a Josep Borrell, ministro de Asuntos Exteriores de España, que se reúna en La Habana con representantes de grupos opositores para conocer "las dos caras de la realidad cubana actual".
El ministro español, criticado recientemente por reunirse con el canciller cubano Bruno Rodríguez en la ONU, visitará Cuba del 16 al 18 de octubre en cumplimiento de los diálogos acordados entre ambos países en 2018 y para detallar el viaje de los Reyes de España a La Habana en noviembre.
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La ONG solicitó también en su comunicado un encuentro con Borrell y exiliados cubanos en Madrid, donde tiene su sede principal, porque a partir del próximo mes asumirá como Alto Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la Unión Europea en sustitución de Federica Mogherini, quien hace poco visitó la Isla.
En la misiva el OCDH confiesa que no entiende por qué la UE "ha suspendido su juicio moral en sus relaciones con Cuba, cuando ha sido escrupulosamente exigente en el respeto a los derechos y las libertades con terceros países y con sus Estados miembro".
"Pareciera que, para los cubanos, un contexto de represión y limitaciones a los derechos y libertades fundamentales, como el actual, es algo aceptable para la UE y para el Gobierno de España", apunta.
El OCDH señaló además que "el énfasis en cuestiones relacionadas con las inversiones españolas en Cuba pareciera trasladar a la opinión pública internacional, al pueblo cubano, y al propio gobierno de Miguel Díaz-Canel, que a España lo único que le interesa son sus intereses económicos".
Justamente en su entrevista con el canciller cubano en la ONU, Borrell se limitó a condenar el Título III de la Ley Helms-Burton que afecta a empresas españolas como Meliá, Iberostar y Barceló, demandadas en tribunales de Estados Unidos por beneficiarse de propiedades confiscadas por el fallecido dictador Fidel Castro en los años 60.
"Es imprescindible no rebajar el nivel de exigencia a quienes deben aceptar que la dignidad humana y las libertades de todos deben ser respetadas (...) Si realmente hay voluntad política para ayudar a resolver el problema cubano, comiencen por incluir a todos los actores de la sociedad civil y la oposición, en Cuba y en el exilio, en las iniciativas que afecten a los intereses generales de nuestra nación. De lo contrario, simplemente estarán ustedes favoreciendo intereses espurios ajenos a las nobles pretensiones que proclama la UE", agregó la carta.
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