El espectáculo, con dirección artística y general del maestro Miguel Iglesias, se presenta este sábado y domingo, y luego los días 4, 5 y 6 de octubre en los horarios habituales de la sala Avellaneda del Teatro Nacional de Cuba,del Teatro Nacional de Cuba. Esta imponente versión de la obra Carmina Burana fue ganadora del Premio Luna de las Artes Escénicas en México en 2009.
Con coreografía del primer bailarín cubano George Céspedes, coreógrafo líder de la agrupación en fechas recientes, a partir de la partitura del compositor alemán Carl Orff, la versión de la obra combina danza y música en una obra colosal a cuya puesta en escena se suman la Orquesta Sinfónica Nacional, el Teatro Lírico Nacional y el Coro Infantil Diminuto.
Desde el estreno en Cuba en 2017, Carmina Burana renovó el prestigio de la compañía, distinguida desde siempre por un sello propio, mezcla de técnica y carácter, de lo antiguo y lo moderno. Precisamente esta versión reinterpreta una serie de poemas goliardos del medioevo, y fue concebida como una cantata dentro de la cual el compositor alemán imaginaba como una integración total de música, movimiento escénico, canto y narración.
Carmina Burana se presentó varias veces en México, en el Auditorio Nacional del país azteca, con capacidad para 10 mil personas, y en La Habana no se pudo mostrar hasta 2017 en su forma completa, por falta de condiciones para poner a interactuar al mismo tiempo compañía danzaria, un gran coro y orquesta.
Esta versión coreográfica involucra un telón de fondo de pantallas LED y una más pequeña circular en el centro, que proyecta un video de contenidos diversos, desde el origen del universo y el acontecer contemporáneo en una calle cualquiera.
Creada por el bailarín y coreógrafo cubano Ramiro Guerra en 1959 como Conjunto Nacional de Danza Moderna, la compañía Danza Contemporánea de Cuba (DCC) combinó desde el principio los cánones de la llamada Modern Dance norteamericana, los estilos afrocaribeños y el ballet clásico europeo.
Danza Contemporánea de Cuba ha realizado más de noventa giras por países de América, Europa, Asia y África, y participado en los más importantes festivales y eventos de danza en el ámbito mundial. Su obra ha sido llevada al cine con documentales como Historia de un ballet, Okantomí, Súlkari, De la memoria fragmentada y otros.
George Céspedes, el coreógrafo de Carmina Burana, ha declarado recientemente que la compañía “fue laboratorio, y al mismo tiempo, escuela personal, es el lugar donde lo he experimentado todo, donde lo he hecho casi todo. A Danza le debo todo… aunque también, en buena medida, me lo debo a mí, he trabajado muy duro. Pero realmente ha sido importante esta oportunidad, trabajar con el tipo de bailarines de esta compañía. Estoy convencido de que si no fuera por Danza, no hubiera podido trabajar con otras compañías, de Cuba y del extranjero».
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