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Una ciudad fantasma. Eso parece la terminal provincial de ómnibus de La Habana, donde sus instalaciones están vacías de pasajeros y empleados después de las medidas de restricción del transporte que se adoptaron por la crisis energética.
Una serie de imágenes publicadas en el grupo de Facebook "Las guaguas cubanas" muestran la desolación reinante en los pasillos, dársenas y salas de espera.
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Algunos usuarios de la red social manifestaron su tristeza ante el panorama que brinda la más importante estación de ómnibus del país, mientras otros dijeron que durante este tiempo los trabajadores debían aprovechar para limpiar y pintar la instalación o asfaltar las vías.
El pasado 12 de septiembre la viceministra primera de Transporte, Marta Oramas Rivero, informó en la televisión estatal las severas limitaciones a los viajes de los ómnibus y trenes nacionales como alternativa ante la escasez de petróleo.
De acuerdo a la nueva programación son precisamente los trayectos en ómnibus nacionales los más afectados, “por su elevado consumo de combustible”.
Actualmente solo hay una salida diaria desde La Habana hasta las cabeceras provinciales y una desde y hacia Baracoa y Manzanillo. Asimismo, hasta el 30 de septiembre no se venderán nuevos boletos a la población.
Por otra parte, la venta de pasajes para en la Estación Central de Ferrocarriles La Coubre, en la capital, también fue suspendida hasta nuevo aviso.
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