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Médicos cubanos que formaron parte de misiones en Venezuela, Brasil y Bolivia denunciaron este jueves en Nueva York las prácticas laborales abusivas a que fueron sometidos, en algunos casos por los gobiernos de esos países con la anuencia de La Habana, y en otros casos directamente por el gobierno cubano.
En una conferencia de prensa organizada por el Departamento de Estado norteamericano, los médicos ofrecieron testimonios que evidencian acoso, intimidación y violación de sus derechos.
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Carrie Filipetti, subsecretaria de Estado Adjunta del Hemisferio Occidental para Cuba y Venezuela, acusó al Gobierno cubano de mantener un sistema “manipulador y corrupto” con el fin primordial de ganar dinero.
Filipetti explicó que aunque actualmente no hay programas específicos para que los médicos cubanos puedan ejercer como médicos en Estados Unidos, están tratando de llamar la atención sobre la explotación a que son sometidos en las llamadas "misiones médicas".
Uno de los más sobresalientes fue el testimonio de la doctora Tatiana Carballo, que trabajó primero en Belice, después en Venezuela, y luego fue trasladada a Brasil, donde decidió abandonar la misión.
Carballo indicó que ninguna de las misiones en las que participó fue voluntaria, y que todo se movía en ellas bajo un régimen militar, en el que tenían prohibidas las salidas, las relaciones con los residentes locales, y a cambio de su trabajo les pagaban un salario muy bajo, que ni siquiera percibían de forma íntegra.
Les pagaban un 10 ó un 15 % de la cifra que Venezuela pagaba a Cuba, y el resto se quedaba en una cuenta congelada en Cuba. A quienes decidieron no regresar, ese dinero les fue confiscado por el gobierno y no se lo entregaron a los familiares en la Isla.
Explicó que las circunstancias en Venezuela fueron especialmente difíciles porque agentes de la Seguridad del Estado los mantenían tenían bajo un asedio constante, y los presionaban para que falsearan estadísticas e influyeran en la población para que votaran al chavismo.
Cuando terminó la misión en Venezuela se fue a Brasil, donde el contrato se hizo a través de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). El 75% del salario iba para el gobierno cubano y un 5% a Brasil, un ínfimo porciento iba a parar a manos de los médicos.
“Recibía 1.200 reales en dependencia del valor del dólar”, y los gastos por concepto de renta, comida e insumos los pagaba el gobierno local en Brasil. La misión en Brasil tuvo características especiales porque permitió la presencia de la familia inmediata, pero también eso tuvo sus condiciones.
Cuando Carballo regresó a Cuba de vacaciones, la obligaron a firmar un contrato que establecía que su hijo tenía que viajar a Cuba cada tres meses. “Decidí dejarlo en Brasil, escondido en casa, bajo el acoso de los coordinadores de misión”, dijo la doctora.
La doctora Carballo forma parte de una demanda contra el Gobierno cubano por someter a los médicos en las misiones en el extranjero a condiciones de esclavitud y traficar con sus servicios.
John Barsa, administrador adjunto de USAID agradeció la valentía de los médicos cubanos para ofrecer sus testimonios.
"Hacemos un llamado a los periodistas independientes cubanos, a la prensa en general, a activistas de la sociedad civil, a traer a la luz estos testimonios sobre la explotación de los médicos cubanos, una práctica de tráfico humano", dijo Barsa.
“Otros países continúan con estas misiones, y las historias que escuchamos aquí hoy no deberían continuar”, dijo por su parte Carlos Trujillo, embajador de EEUU ante la Organización de los Estados Americanos (OEA).
Cuba mantiene misiones médicas en más de 60 países, y actualmente Estados Unidos busca identificar las misiones, el tipo de contrato que tienen y avisar a las autoridades de esos países de que pueden estar incurriendo en un caso de tráfico humano, señaló Filipetti.
A finales de julio, el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, anunció una restricción de visado a funcionarios cubanos responsables de misiones médicas cubanas en el extranjero, por el acoso a trabajadores de la salud de la Isla.
"El Gobierno de Cuba se dedica a explotar y se aprovecha del trabajo forzoso ganando dinero de los ciudadanos cubanos que participan en el programa de misiones médicas en el extranjero”, indicaba el comunicado difundido por el Departamento de Estado.
“En respuesta a esta opresión de los trabajadores, el Departamento de Estado ha impuesto restricciones de visado a algunos funcionarios cubanos y a una serie de personas implicadas", precisaba el documento.
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