El gobierno de Estados Unidos actualizó en 39, 246 la cifra de cubanos con orden final de deportación, de los que 741 permanecen detenidos en centros de inmigración, según cifras oficiales obtenidas por CiberCuba.
A pocos días de concluir el año fiscal 2019, las estadísticas entregadas por el Departamento de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) revelan un incremento de más de dos mil deportables en comparación con el período precedente, y marcan un récord histórico en casos de repatriación forzosa a Cuba desde la firma del acuerdo migratorio bilateral de 1984.
Hasta el 31 de agosto, el número de cubanos deportados en el presente período fiscal, que concluye el 30 de septiembre, ascendió a 743. Durante las últimas dos décadas, ninguna otra administración estadounidense ha conseguido una cifra similar en devoluciones de "personas inadmisibles" a Cuba.
En total, en apenas tres años la administración de Donald Trump ha deportado 1 366 cubanos, lo que supera por amplio margen la sumatoria de 757 que fueron devueltos a la isla desde 2000 por sus predecesores George W. Bush (416) y Barack Obama (341).
El más reciente operativo de ICE con relación a Cuba fue una repatriación masiva de 120 personas en un vuelo fletado con destino a La Habana, el pasado 30 de agosto. Fue la mayor devolución de cubanos a la isla en un solo vuelo en años recientes.
No se esclareció si los cubanos devueltos eran personas que llegaron a Estados Unidos en fecha reciente o aguardaban ilegalmente por largo tiempo en el país. Solo se precisó que en el grupo fueron repatriados un delincuente convicto con largas sentencias por delitos graves en Estados Unidos, y 39 personas que se habían resistido a cumplir una orden judicial de deportación.
"A pesar del tradicional comportamiento cubano de no aceptar el retorno de sus ciudadanos con orden final de deportación, estamos comprometidos a mantener como prioridad nuestra política de repatriaciones", dijo un funcionario del ICE a CiberCuba. "Los retrasos en la devolución de detenidos a Cuba es un asunto de nuestra mayor atención".
El ICE tiene incluso la potestad para sugerir al Departamento de Estado que imponga restricciones de visados a ciudadanos de países que no cooperan con el proceso de devolución, y Cuba está bajo consideración para ser sancionado, según un reporte reciente del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
Más cubanos detenidos
Aunque Cuba figura en la lista de países no cooperativos en materia de deportación, el panorama ha cambiado relativamente desde los acuerdos establecidos sobre política migratoria entre Cuba y Estados Unidos, el 12 de enero de 2017.
El compromiso fijado entre la administración Obama y el gobierno cubano incluyó la opción de revisar una lista de personas sujetas a deportación que emigraron por el puerto del Mariel en 1980, así como de aceptar el regreso de otras consideradas como “no elegibles” para permanecer en Estados Unidos.
La consecuencia inmediata del acuerdo bilateral se hizo visible desde mediados del 2017, cuando las autoridades de ICE comenzaron a retener con mayor frecuencia a cubanos que se encontraban en limbo migratorio y debían reportarse con regularidad para verificar sus datos y revalidarles su permiso de trabajo.
A la vez, los casos de nacionales cubanos con orden de deportación experimentaron un alza en espiral en los últimas dos décadas, con el aumento de casos que cumplen sentencias por delitos graves en Estados Unidos, incluyendo homicidios, violaciones sexuales, tráfico humano, venta ilícita de drogas, desfalcos a seguros de automóviles y fraudes al sistema de salud. La mayor incidencia de estos delitos se produce entre cubanos de recientes oleadas migratorias.
Pero el gobierno cubano se niega a aceptar de manera automática a todos los registrados como deportables por Estados Unidos y considera fundamental una evaluación caso por caso para decidir su vuelta a la isla.
El punto de partida es una lista de lista de 2,746 "excluibles" que habían emigrado durante el éxodo del Mariel y que el gobierno cubano acordó recibir tras los acuerdos firmados con la administración de Ronald Reagan en 1984.
Sin embargo, el listado del Mariel está eventualmente agotado. De acuerdo con el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), un total de 2,022 "marielitos" fueron repatriados, 246 murieron y solo 478 quedan pendientes de ser repatriados.
El criterio del gobierno cubano es sustituir algunos nombres de la lista del Mariel con un grupo de personas que propongan las autoridades estadounidenses, pero la aceptación queda sujeta al visto bueno de los funcionarios de La Habana. Se excluyen del nuevo listado a los inmigrantes cubanos a quienes se les aplica una expulsión expedita tras ser detenidos en viajes marítimos, puntos de entrada o cerca de la frontera sin que prospere su petición de asilo político.
El tema de las deportaciones formó parte de las conversaciones migratorias y los encuentros bilaterales sobre justicia y aplicación de la ley que se desarrollaron hasta el pasado año, pero el recrudecimiento de la política de Trump hacia el régimen cubano ha congelado las opciones de negociación. El pasado abril, un alto funcionario del Departamento de Estado confirmó a CiberCuba que no existían planes para reanudar las charlas migratorias, aplazadas desde julio de 2018.
Cuba en la mirilla de sanciones
Un informe de la Oficina del Inspector General de DHS sobre las barreras que enfrenta Estados Unidos en la repatriación de extranjeros menciona a Cuba entre los más de 30 países que continúan obstaculizando la entrega de documentos de viaje para deportar a sus nacionales.
"Esta falta de cooperación, en esencia, bloquea las expulsiones de ICE", indica el informe emitido el pasado marzo.
De acuerdo con las leyes vigentes, cuando no puede obtenerse un documento de viaje para un detenido en un plazo de seis meses y no hay perspectivas reales de conseguirlo en un futuro inmediato, la persona debe ser puesta en libertad, exceptuando casos excepcionales de peligro ostensible para la sociedad. De hecho, entre 2017 y 2018, ICE se vio obligado a excarcelar a 287 cubanos deportables, la mayor cantidad de personas entre los países considerados "no cooperativos".
El reporte explica el caso de un cubano diagnosticado con problemas de salud mental que atacó repetidamente al personal de un centro de detención y a otros detenidos. Fue puesto en aislamiento y se recomendó que fuera transferido a una instalación especializada antes de devolverlo a Cuba. El ICE terminó liberándolo porque el gobierno cubano no proporcionó un documento de viaje para su traslado.
En 2017, el DHS y el Departamento de Estado firmaron un Memorando de Entendimiento en el cual se designó al ICE como responsable de monitorear la capacidad y voluntad de los países para cooperar con la repatriación. A los gobiernos que no cooperan con ICE, se les pueden imponer a sus ciudadanos sanciones de visas, que son otorgadas por el Departamento de Estado.
El reporte revela inconformidad en la dirección del ICE por la forma en que se han producido sanciones de visas contra países en riesgo de incumplimiento sin que previamente fueran categorizados como no cooperativos, y lamenta que se haya tratado a Cuba con cierta benevolencia.
"Mientras tanto, países que son categorizados consistentemente como no cooperativos, incluyendo Vietnam, Cuba, China e Irán, no han sido sancionados", señaló el documento.
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