Este viernes 23 de agosto se desarrolló en Argentina la Conferencia Internacional en Recuerdo de las Víctimas del Totalitarismo, donde participaron diferentes panelistas y entre ellos estuvo el historiador y activista político socialdemócrata cubano Manuel Cuesta Morúa.
En entrevista con eCubanet, Cuesta Morúa destacó que el país vive un nuevo contexto que debe ser utilizado a favor de los cubanos porque la nueva Constitución tiene “un amparo legal que no teníamos antes”.
“Yo creo que esto abre un espacio interesante para darle un nuevo impulso al tema de los derechos humanos en el país desde la política” señala el también portavoz del Partido Arco Progresista, quien presentó en la Conferencia una nueva perspectiva sobre los Derechos Humanos en Cuba.
Señala que aunque la isla sea el único país que no reconoce desde el Estado todos los derechos aprobados desde 1948 por la ONU, en “la nueva Constitución cubana se han recogido algunos como: libertad de movimiento, de asociación, reunión, expresión y manifestación pacífica”.
El opositor considera que se “se debe seguir exigiendo su respeto y apelando a la Carta Magna”, ya que de esta manera se pudiera apelar a la ilegitimidad del Gobierno usando sus propias leyes.
En otro orden, Cuesta Morúa reconoce que con el régimen cubano no se puede dialogar, fundamentalmente porque ellos no están dispuestos a hacerlo, porque “hay demasiada arrogancia de poder" y es "imposible tratar de conversar con gente que te humilla", no respeta su propia ley, que excluye, que tiene una visión estrecha de país y que además no tiene cultura".
Sin embargo, considera que tienen el recurso legal y debe aferrarnos a él para tratar de defendernos”.
Un punto clave hubiese sido la creación de los Tribunales Constitucionales, pero ante la falta de los mismos considera Cuesta Morúa que “se debe ir trabajando en la educación y el empoderamiento de la ciudadanía para así lograr masividad en estas exigencias”.
El activista político califica la Carta Magna de Cuba como contradictoria “porque por un lado reconoce derechos y por el otro defiende la supremacía de un estado totalitario”.
En este sentido se refiere a que el artículo 3 menciona que la soberanía “reside intransferiblemente en el pueblo”, sin embargo el artículo 5 impone que el Partido Comunista “es quien define las líneas y rige al Estado”. Según manifestó Cuesta se deben explotar este tipo de contradicciones para intentar cambiar la Constitución.
El opositor reconoce que dialogar con el régimen es imposible porque “hay demasiada arrogancia de poder, y es imposible tratar de conversar con gente que te humilla, no respeta su propia ley, que excluye, que tiene una visión estrecha de país y que además no tiene cultura”.
No obstante reconoce que “tenemos el recurso legal y debemos aferrarnos a él para tratar de defendernos”.
En la séptima edición de la Conferencia en el Día Internacional en Recuerdo de las Víctimas del Totalitarismo se trataron temas como La lucha contra el antisemitismo y el apartheid, la dictadura de Pinochet en Chile, la caída del Muro de Berlín y los desafíos a los Derechos Humanos en América Latina.
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