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El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) ha negado la ciudadanía a Francisco Verona Santana, un expreso político cubano de 83 años y residente en el país durante cuatro décadas.
“Yo quiero morirme siendo ciudadano de Estados Unidos, como lo son todos en mi familia”, explicó el anciano en declaraciones Univision.
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Verona fue encarcelado en Cuba en los años 60 por conspirar contra el régimen de Fidel Castro. Sin embargo, como resultado de un “acuerdo humanitario” entre la administración del entonces presidente Jimmy Carter y el Gobierno cubano, arribó a Estados Unidos en 1979.
“Yo conspiré contra el gobierno comunista cubano, caí preso tres veces, me condenaron, y me soltaron por la negociación que hubo con el Gobierno americano. El Gobierno americano me sacó de la cárcel y me trajo con un parole”, relata Verona.
Ahora, después de 40 años de permanencia en territorio estadounidense, el opositor ha solicitado la ciudadanía, pero USCIS se niega.
El expatriado precisa que no había solicitado la ciudadanía con anterioridad por creer que “con el parole podía vivir toda la vida en Estados Unidos”. “Me vine a hacer residente a los 20 años de estar aquí”, agrega.
Tras dos años de espera y una entrevista, donde dijo sentirse como un delincuente, le fue notificado que su solicitud había sido desestimada. Al parecer, no era elegible por no demostrar “buen carácter moral”.
De acuerdo con Verona, los agentes de USCIS le pidieron que hiciera entrega de algún documento -o evidencia- que sustentara su crimen por conspirar contra el castrismo. Al no contar con ninguna prueba física que corroborara su testimonio, el caso fue negado.
La ironía, según explica, radica en que fue el propio Gobierno de Estados Unidos el que le abrió las puertas.
“Yo aquí en este país lo único que he hecho es trabajar mucho y criar una familia”, manifiesta el cubano, quien también acudió a los congresistas Marco Rubio y Mario Díaz-Balart en busca de ayuda. Sin embargo, ninguno de los políticos se interesó en el caso.
En julio, el gobierno de Estados Unidos rechazó también la solicitud de residencia permanente al conocido activista cubano, Ramón Saúl Sánchez, quien ha permanecido en un limbo legal durante décadas, y ahora podría enfrentar un inminente proceso de deportación.
“Con tristeza les comunico que el gobierno de Estados Unidos me acaba de denegar la residencia con un documento de 17 páginas de justificaciones. Agradezco los 52 años vividos en esta tierra generosa que he llegado a amar como a mi otra patria. Continuaré mi lucha por Cuba libre”, escribió en Twitter el líder del Movimiento Democracia y figura de larga trayectoria en el exilio de Miami.
En apenas dos años y medio de su mandato, el presidente Trump ha enviado de vuelta a 1.011 cubanos, un número muy superior al total de 757 deportados desde el 2000 por sus predecesores, George W. Bush (416) y Barack Obama (341).
Actualmente, más de 37 mil isleños tienen orden final de deportación. Un total de 479 permanecen detenidos en cárceles de Estados Unidos para ser enviados a Cuba, de ellos 198 criminales convictos.
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