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En una reciente reunión para evaluar el sector turístico en Cuba, Manuel Marrero Cruz, ministro del ramo, afirmó que el país prevé contar con 4.197 habitaciones nuevas en hoteles para cuando finalice 2019, informó el oficialista Granma.
Marrero Cruz aclaró que el 97% de estas estarán incluidas en 26 hoteles nuevos y el resto corresponde a “ampliaciones”.
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En este encuentro se dio a conocer, además, que los negocios privados que dan servicio al turismo en Cuba administran ya 26, 224 habitaciones, pese a las trabas impuestas por el Gobierno a los “cuentapropistas”.
Según el ministro, para el 2030, el turismo estatal aspira a contar con “252 nuevas instalaciones de alojamiento, con 68 ampliaciones, y con 90 proyectos de incremento de categoría”.
Asimismo, está prevista la construcción de un Centro Internacional de Buceo y “13 proyectos de desarrollo inmobiliario asociados a campos de golf.
Más allá de los hoteles de lujo que han ido abriendo en Cuba, numerosos extranjeros que viajan a hacer turismo a la Isla prefieren hospedarse en las rentas privadas, debido a que el servicio en los hoteles es deficiente y las instalaciones muchas veces no se corresponden con la oferta. De ahí que el Gobierno haya considerado por largo tiempo como una competencia indeseable a los negocios privados destinados a hospedar turistas.
Este julio, un cubano que se gastó cerca de 1000 dólares en un hotel cinco estrellas de Villa Clara (centro de Cuba) vivió una experiencia amarga porque desde el primer momento de la estancia los problemas fueron constantes.
La mayoría de las instalaciones hoteleras cubanas están controladas por el Grupo empresarial GAESA, perteneciente a los militares en el país. Este conglomerado militar es una de las entidades vetadas para los estadounidenses que quieran negociar con Cuba, según la "lista negra" publicada por el Gobierno de Donald Trump.
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