Autoridades de Miami interceptaron a una red de ocho delincuentes que reclutaban cubanos, con el objetivo de estafar estrepitosas cifras al Medicare y a su vez, lavar las ganancias, informó el pasado viernes El Nuevo Herald.
De acuerdo con reportes del diario, los criminales pusieron en marcha una cadena de agencias de servicios médicos a domicilio, registradas en el estado de Míchigan. Los isleños eran reclutados para hacerse pasar por los dueños de las sucursales, permitiendo así, ocultar la identidad de los verdaderos responsables. El grupo logró controlar 140 cuentas bancarias, cobrar 53 millones de dólares y facturar otros 80 millones al Medicare.
En estos momentos, seis de los ocho presuntos criminales se encuentran detenidos y sin derecho a fianza. Esta medida busca evitar que los miembros de la red se fuguen a Cuba o accedan a unos 44 millones de dólares que aún no han sido localizados por la policía. Para leer el reporte cometo visitar El Nuevo Herald.
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