Estados Unidos debe revisar las regulaciones del embargo que obstruyen la disposición de las empresas de telecomunicaciones a explorar el mercado en Cuba y ofrecer productos y servicios tecnológicos para favorecer el acceso de los cubanos a la internet, consideró un grupo especial asesor del presidente Donald Trump.
"El gobierno de Estados Unidos podría continuar las discusiones con el sector privado para esclarecer las regulaciones vigentes y buscar retroalimentación sobre cómo mejorar la capacidad de invertir en las tecnologías de información y comunicaciones en Cuba", indicó el reporte del Grupo de Trabajo sobre Internet en Cuba (CITF), que advirtió también sobre el preocupante dominio de China en el sector de las telecomunicaciones en la isla y el desafío que representa para las empresas estadounidenses interesadas en ingresar en el mercado cubano.
El CITF fue creado por el memorando del presidente Trump sobre el fortalecimiento de la política hacia Cuba, en junio de 2017. Su informe final fue hecho público el pasado 16 de junio, pero apenas ha tenido difusión en la prensa estadounidense y en los medios dedicados a la cobertura de temas cubanos.
El documento es fruto de dos años de trabajo de organismos gubernamentales como el Departamento de Estado, la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), la Oficina de Transmisiones a Cuba (OCB), la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) y la Administración Nacional de Telecomunicaciones e Información del Departamento de Comercio, y apareció apenas días después que el régimen cubano anunciara una supuesta flexibilización del uso de internet en la isla, en vigor a partir de este 29 de julio.
Desde este lunes, los cubanos pueden crear redes inalámbricas privadas de transmisión de datos e importar equipos de transmisión, actividades que estaban prohibidas en el país, aunque algunos usuarios y expertos consideran que se trata de una estrategia para ampliar el control estatal sobre las conexiones al internet.
La novedad de las conclusiones del CITF, formuladas en un informe de cuatro secciones y nueve recomendaciones, es que propone iniciativas que apuntan a potenciar el negocio de las comunicaciones hacia Cuba, facilitar las exportaciones y los servicios tecnológicos, y promover programas de intercambio informático para profesores y estudiantes cubanos, justamente en momentos en que la administración Trump parece encaminarse en dirección contraria, apretando las clavijas del embargo.
El gobierno cubano fustigó la creación y funcionamiento del CITF como una flagrante "injerencia extranjera" que busca "cambiar las percepciones y sobre todo el sedimento patriótico y antiimperialista de los cubanos".
El reporte del CITF, que ya fue enviado al presidente Trump, basó sus conclusiones en las labores de dos subcomités, uno enfocado en el papel de los medios de comunicación y la libertad de información en Cuba, y otro dedicado a explorar los desafíos tecnológicos y las oportunidades para ampliar el acceso a internet en Cuba.
Al preparar el informe, El CITF identificó cuatro desafíos clave para acceder a internet en Cuba: la infraestructura limitada, precios altos, baja velocidad y acceso regulado por el gobierno; el gobierno cubano altamente autoritario; la necesidad de una alfabetización digital; y los retos para la entrada del mercado estadounidense. En cada uno de los desafíos identificados, el informe ofrece recomendaciones para ampliar el acceso efectivo a Internet en Cuba.
El informe indica que a las compañías estadounidenses se les disuade regularmente para no entrar en el mercado cubano debido a la incertidumbre causada por los frecuentes cambios en las regulaciones de Washington respecto a la isla.
"Otras empresas han optado por no ofrecer productos y servicios clave, citando razones que van desde la ambigüedad regulatoria hasta la renuencia de los bancos a procesar los pagos que se originan en Cuba, debido al embargo de Estados Unidos", agregó el reporte.
Además recomienda " revisar las regulaciones bancarias y financieras relacionadas con Cuba para asegurar que los cubanos puedan acceder a las aplicaciones pagadas y a la tecnología basada en la nube".
Aunque a comienzos de año el monopolio cubano de las telecomunicaciones, ETECSA, firmó un acuerdo con Google para aumentar la conectividad de los cubanos a través de la subsidiaria Alphabet Inc, hasta el momento no se ha acordado ninguna inversión significativa.
Durante una de las discusiones previas a la elaboración final del reporte, el pasado diciembre, el director de OCB, Tomás Regalado, dijo tener una "preocupación grave" sobre las propuestas analizadas en el CITF para proporcionar internet libre al pueblo de Cuba, pues contenían "elementos inaceptables", y alertó que abandonaría el grupo de no ser eliminadas.
Las plataformas de OCB, Radio y TV Martí y su sitio digital, no han publicado hasta el momento el contenido del informe.
Respecto al protagonismo de firmas chinas como Huawei, ZTE y TP Link en el mapa de las tecnologías de comunicación en Cuba, el reporte señala como preocupación que "el gobierno cubano obtenga potencialmente su equipo de censura de los proveedores chinos de infraestructura de internet".
En Cuba funcionan actualmente 1,400 zonas wifi, 80,000 hogares tienen internet y 3.3 millones de teléfonos móviles con acceso a la red, según estadísticas oficiales cubanas, aunque el reporte advierte que las tasas de penetración y velocidad en la isla están por debajo de los promedios regionales.
Las nueve recomendaciones del informe del CITF son las siguientes:
1. Promover la construcción de un nuevo cable submarino para Cuba.
2. Apoyar el crecimiento orgánico de las redes locales en casas y vecindarios.
3. Impulsar programas de intercambio informático con Estados Unidos.
4.Estimular iniciativas educativas sobre seguridad digital entre los cubanos.
5. Respaldar el acceso irrestricto de los cubanos a Internet y al libre flujo de información hacia y dentro de la isla.
6. Implementar iniciativas de iniciativas de colaboración educacional para el conocimiento de las TIC en Cuba.
7. Promover la libertad de expresión con proyectos de capacitación entre los usuarios de internet.
8. Facilitar las exportaciones y los servicios tecnológicos desde Estados Unidos.
9. Comprometer al sector privado estadounidense para mejorar la capacidad de inversión en tecnologías de información en Cuba.
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