El vicepresidente norteamericano Mike Pence recorrió el viernes dos centros de detención en la frontera de Texas, y pudo ver con sus propios ojos cómo en uno de ellos cientos de hombres estaban hacinados en jaulas sin catres para dormir, vigilados por agentes que usaban máscaras.
Según la agencia AP, los migrantes retenidos en la estación de la Patrulla Fronteriza en McAllen, al ver llegar a los reporteros, empezaron a gritar diciendo que llevaban allí más de 40 días, que tenían hambre y necesitaban lavarse los dientes.
“¡No shower, no shower!”, exclamaron a los periodistas.
“Esto es duro. Sabía que veríamos un sistema sobrepoblado. Está abrumado, y por eso el Congreso tiene que actuar”, admitió Pence a la prensa.
Josh Dawsey, de The Washington Post, dijo que las jaulas están tan llenas que es imposible que todos los hombres se acuesten a la vez sobre el concreto.
“VP vio a 384 hombres durmiendo dentro de las cercas, en concreto sin almohadas o tapetes. Dijeron que no se habían duchado en semanas, querían cepillos de dientes, comida. El hedor era abrumador. CBP dijo que se alimentaban con regularidad, podían cepillarse diariamente y recientemente tenían acceso a la ducha (muchos no lo habían hecho durante 10 a 20 días)”, dijo el periodista en su perfil de Twitter.
El agente a cargo de la estación de McAllen visitada por Pence, Michael Banks, señaló que los detenidos pueden lavarse los dientes una vez al día, y que se les dio desodorante después de bañarse, pero admitió que muchos de ellos no se han bañado en 10 o 20 días.
Añadió que el tiempo máximo que algunos han permanecido allí es de 32 días.
Horas antes de la visita de Pence, el presidente Donald Trump recalcó que lo había enviado a la frontera para desmentir las denuncias de las pésimas condiciones en los centros de detención.
“Están muy llenos porque tenemos mucha gente, pero están en buen estado”, afirmó Trump.
Pero a pesar de las palabras de Trump, el vicepresidente se vio obligado a hacer una valoración menos positiva. Pence anunció que había pedido un mayor gasto del Departamento de Seguridad Nacional para paliar la situación de hacinamiento, el cual incluía un paquete de ayuda humanitaria de 4.600 millones de dólares aprobados por el Congreso.
No obstante, en su cuenta de Twitter recalcó que el albergue visitado es “temporal”, y que los culpables de su situación son los demócratas, por no haber aprobado más dinero para comprar camas a los migrantes.
Recientemente el congresista demócrata Joaquín Castro compartió un video donde captó a varias cubanas en un centro de detención en El Paso, donde están en una “celda similar a una prisión con un inodoro, pero sin agua corriente para beber o lavarse las manos”.
Por su parte Trump ha dicho que a los inmigrantes descontentos en los centros de detención, deberían advertirles que no vayan al territorio estadounidense.
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