Un grupo de inmigrantes ilegales que años atrás trabajaron para Donald Trump le han enviado una carta pidiéndole que los ayude a legalizar su situación y evitar la deportación.
La misiva, que fue publicada por el diario The Washington Post, fue firmada por 21 exempleados en empresas del actual presidente, entre ellos, antiguos jardineros y personal de limpieza y cocina que laboraron en los campos de golf de la Organización Trump.
Los reclamantes comienzan el documento pidiendo “respetuosamente una reunión” para discutir cómo reformar el sistema de inmigración del país.
“Somos personas modestas que representan los sueños de los 11 millones de hombres, mujeres y niños indocumentados que viven y trabajan en este país. Amamos a Estados Unidos y queremos hablar con usted para que nos ayude a darnos la oportunidad de ser legales”, añade el texto.
En el documento, los inmigrantes le piden al mandatario que recuerde sus años de servicio como personal cercano a su familia.
Entre los firmantes están varias sirvientas del campo de golf de Bedminster, en Nueva Jersey, donde se ocupaban de lavar la ropa de Trump y hacer su cama.
Otros trabajaron en las casas de los hijos del presidente y en un pabellón de caza situado en Nueva York.
“Conoces a muchos de nosotros y recordarás lo mucho que trabajamos para ti, tu familia y tus clubes de golf… Sabes que somos trabajadores y que no somos criminales ni buscamos un viaje gratis en los Estados Unidos”, precisaron.
“Todos pagamos nuestros impuestos, amamos nuestra fe y nuestra familia, y simplemente queremos encontrar un lugar para nosotros mismos para hacer que Estados Unidos sea aún mejor… Creemos que tiene un corazón y haremos lo correcto para encontrar un hogar para nosotros aquí en los Estados Unidos, para que podamos salir de las sombras y no deportarnos a nosotros, a nuestros amigos y familiares”, añadieron.
No es la primera vez que salen a la luz las prácticas de contratación a trabajadores indocumentados por parte del presidente.
En diciembre de 2018 el diario The New York Times reveló que Trump tuvo empleada durante más de cinco años a una inmigrante guatemalteca ilegal en su club privado de golf de ese estado.
Pese a su retórica antiinmigrante, el republicano acostumbra a contratar a extranjeros para sus instalaciones.
En julio de 2018 el conocido club privado Mar-a-Lago, de Palm Beach, solicitó al Gobierno la contratación de 40 trabajadores en el extranjero para laborar como camareros, alegando que no conseguía encontrar mano de obra estadounidense.
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