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Arcadis Estrada Rodríguez, quien funge como inspector en la provincia Las Tunas, declaró al medio estatal Peródico26 que "la población tiene todo el derecho, estando en una cola, de saber que trajeron mil libras de carne de cerdo".
Luego añade: "Y si entró esa cantidad, entonces deben beneficiarse alrededor de 200 clientes, no 20 o 30. Esa es información que no está limitada en ningún lugar. Eso es transparencia. Los usuarios tiene el derecho de conocer para seguir todo el proceso del servicio".
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Las declaraciones del funcionario llegan en un contexto donde la falta de alimentos es una realidad en Cuba. Desde hace algunos meses escasean productos básicos como el huevo, la harina o el pollo.
"Evidentemente la situación que ahora tiene la ciudadanía con las limitaciones en algunos productos hace que aumenten quienes tratan de sacarle partido a esto e incrementen los delitos. Se han sancionado lo mismo a personas del sector estatal que a particulares que han estado ejerciendo actividades de venta y compra de productos. Fundamentalmente con los de alta demanda como el pollo, el pescado y el aceite", sostuvo.
Según explica en el reporte, se han puesto multas e incluso han puesto a varias personas a disposición de las autoridades por estas prácticas.
"Entre los principales problemas detectados está la venta de plátanos. Cobran de más cuando los venden por libras, si no los suben a 2.00 pesos, 2.50", dice.
Lo mismo sucede con la carne de cerdo, para lo cual se estableció un límite de cinco libras per cápita.
Por otra parte, el inspector dice que muchas personas cobran una bolsa de pollo 20.00 pesos por encima de lo que vale en la red minorista.
"Están utilizando dos y hasta tres personas para que les marquen en las colas (y mucha gente se presta para eso). Y encontramos, igualmente, a quienes van a comprar un bolso de pollo y el revendedor, consciente de que el cliente tiene derecho a dos, le dice que le compre uno a él".
Bien es sabido que ante esta crisis que atraviesa el país se ha generado toda una ola de corrupción, mayor que la que ya había hasta entonces en la Isla. Si bien es cierto que no se justifican las malas prácticas, también hay que reconocer que en Cuba muchos -a causa de los bajos salarios y las pésimas condiciones de trabajo- no tienen otra opción.
Por ejemplo, se ha sabido que algunas madres cubanas están "alquilando" a sus hijos a 1 CUC para adquirir más pollo en las colas, ya que el gobierno racionó la compra de estos productos por cada persona.
Asimismo, se denunció la venta de carne de perro haciéndola pasar por carne de carnero en un mercado de La Habana.
Y qué decir de la subida de los precios de la carne. Un cubano hace unos días le comunicó al gobernante Miguel Díaz-Canel: “Presidente, le informo por si no lo sabe que la libra de limón, que ni zumo tiene, está a 15 pesos, la de queso a 45, y la de carne de puerco a 60 y pico; ¿es culpa eso también de la subversión, las calumnias y amenazas del imperio?”.
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