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Un lector de CiberCuba ha denunciado la existencia de un salidero de agua potable en el municipio de Marianao, en la capital, que se está mezclando ya con aguas albañales.
El hecho está ocurriendo en la calle 41, entre 102 y 104, desde hace tres meses, y a pesar de las quejas ningún organismo responsable le ha dado solución a la constante pérdida de agua.
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“En el parque de la esquina hay una mata de ceiba llena de brujerías, que los gusanos caminan en toda la acera y el mal olor es irresistible, no nos podemos sentar en los portales”, refirió el denunciante.
El problema de los salideros en La Habana no tiene para cuando acabar.
En abril el diario estatal Juventud Rebelde reportó el caso de un vecino del municipio Boyeros, que tenía un salidero en las afueras de su casa que había llegado a inundar toda la calle. A pesar de sus quejas a la Empresa Aguas de La Habana, la única respuesta que obtuvo durante tres meses fue que debía esperar.
En ese territorio, los derrames de agua se multiplican a diario sin posibilidades de repararlos, debido a las malas condiciones de las redes de suministro, según informó una funcionaria de la entidad.
Esta realidad contrasta con la escasez del líquido que sufren otros habitantes de la misma ciudad.
En municipios como La Habana Vieja, varios vecinos cerraron la calle Sol, como protesta por la ausencia de las pipas durante 15 días. Entre todos los afectados, colocaron varios bidones en fila para pedir una solución a las autoridades.
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