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Ariel Ruiz Urquiola en la marcha del Zurich Gay Pride: “Solo yo tenía malditos recuerdos que me hacían sentir que estaba haciendo algo punible”

Un policía reconoció mi origen por la banderita que portaba y en castellano me dijo: '¡Bienvenido cubano a la marcha!'

Ariel Ruiz Urquiola en la marcha del Zürich Gay Pride © Cortesía de Ariel Ruiz Urquiola
Ariel Ruiz Urquiola en la marcha del Zürich Gay Pride Foto © Cortesía de Ariel Ruiz Urquiola

Este artículo es de hace 4 años

El 15 de junio tuve la oportunidad de participar en el Zürich Gay Pride. Acorde con lo que yo vi, mi mente lo tradujo como la marcha para refrendar igualdad de derechos para los matrimonios entre homosexuales respecto a los heterosexuales.

La ciudad estaba vestida con banderas arcoíris en los más importantes centros, y se izaban en la Universidad de Zúrich, instituciones del estado, incluyendo la sede de la policía cantonal.

Zürich Gay Pride 2019/ Ariel Ruiz Urquiola

Los transmetros también la izaban de conjunto con la cantonal y la de la confederación.

Zürich Gay Pride 2019/ Ariel Ruiz Urquiola

Poco después de que varias personalidades de la sociedad civil de ese cantón se pronunciaran, entre ellas una Doctora y Profesora en Sexología que abogaba por los derechos de las personas sin discriminación de orientación sexual, raza o religión, comenzó la manifestación pacífica arropada por una multitud de gentes a ambos lados de la calle por donde esta se desbocaba protegida por un carro policial y sus agentes para evitar accidentes de tránsito.

Banderas multicolores que identifican a las comunidades de homosexuales, transexuales y 'Queers', carteles inteligentes y performances desde el desnudo hasta lo estrambótico colmaban la manifestación.

Zürich Gay Pride 2019/ Ariel Ruiz Urquiola

También había policías sin perros pastores en algunos cruces principales entre avenidas y un helicóptero que sobrevolaba las áreas del recorrido para evitar algún tipo de atentado contra la marcha y sus manifestantes. Pude hablar con un policía armado sobre el por qué del helicóptero, quien me aclaró con perfectos modales y en inglés. En adición reconoció mi origen por la banderita que portaba y en castellano me dio la bienvenida a la marcha: '¡Bienvenido cubano a la marcha!'

Zürich Gay Pride 2019/ Ariel Ruiz Urquiola

Tampoco pude detectar un solo paramilitar entre la muchedumbre, y menos, gente con odio en sus caras. Había niños de brazos con sus padres, maravillados con la atmósfera multicolor y sin temor a que éstos pudieran ser abusados físicamente ni arrestados.

Había niños de brazos con sus padres, maravillados con la atmósfera multicolor y sin temor a que éstos pudieran ser abusados físicamente ni arrestados

Zürich Gay Pride 2019/ Ariel Ruiz Urquiola

Los manifestantes coreaban consignas, reían, marchaban en paz y sin miedos, miraban hacia delante conscientes de que podían cambiar su futuro en una sociedad culta e inclusiva. Reporteros y periodistas cruzaban la marcha como mariposas sobre un campo florido muy seguros de poder hacer su trabajo, a quienes los manifestantes correspondían con respuestas espontáneas, sin temor a equivocar el mensaje.

Solo yo tenía malditos recuerdos que me hacían sentir que estaba haciendo algo punible, y que mis amigos y manifestantes podían correr peligro.

Solo yo tenía malditos recuerdos que me hacían sentir que estaba haciendo algo punible, y que mis amigos y manifestantes podían correr peligro

Hubo un cartel de una menor de edad que no podría refrendar la petición de la marcha durante el plebiscito de la próxima primavera suiza, y a pesar de sus 14 años apoyaba a la comunidad de orientación sexual no hetero de su país. Me recordaba a una de las principales activistas de la marcha que coreaba 'Somos personas, somos humanos'. No importa nada más.

Menores de edad desfilan tranquilamente Zürich Gay Pride 2019/ Cortesía de Ariel Ruiz Urquiola

Durante la marcha pude hablar con varios activistas, entre ellas, una señora descendiente de padres de la exrepública de Checoslovaquia, quien sabía perfectamente de la situación de discriminación de la comunidad no heterosexual en los países socialistas como China, Corea del Norte y Cuba. Fueron los países nombrados. Ella al igual que otros reconocían un país democrático en la Suiza, pero que aún podía ser más humano acorde con la evolución del pensamiento, la ciencia y la tecnología.

La homosexualidad dejó de considerarse una enfermedad o desorden mental en Suiza poco después que así fuera declarado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 17 de mayo de 1990. La Cámara de Representantes suiza votó a favor de la reforma de la ley de ofensas sexuales (sección 191 del Código Penal) en diciembre del mismo año. Dos años después, en referéndum nacional, casi ¾ partes de los votantes aceptó la reforma de la Ley Federal suiza sobre la legislación de ofensas sexuales, incluida la eliminación de todo tipo de discriminación sobre la base de la orientación sexual de una persona desde el Código Penal.

Pese a que Suiza legalizó la unión civil entre parejas del mismo sexo a través de un referéndum que contó con el 58% de aprobación en junio de 2005 y aunque la ley de carácter federal entró en vigor en enero de 2007, la adopción homoparental conjunta no es permitida:una de las demandas de la marcha reciente.

Al otro día conocimos por los principales medios de comunicación, que una pareja gay había sido abusada a la entrada de su casa en Zúrich después de la fiesta nocturna para clausurar el Gay Pride. Lamentable hecho prueba la existencia de homofobia en cualquier parte del mundo, aunque ésta sea penalizada. La policía suiza se comprometía una vez más para encontrar a los maleantes y ofrecer protección a sus ciudadanos.

No sólo vestía varias banderas arcoíris en la fachada de su estación cantonal, sino manifestaba su deber para proteger a una minoría con orientación sexual diferente a la hetero. ¡Cuba qué lejos estás! y no precisamente por el distanciamiento geográfico.

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