Kim Kardashian se ha vuelto una invitada habitual en la Casa Blanca donde ayer volvió a acudir para hacer una propuesta en materia de reforma penitenciaria a la administración de Donald Trump.
La estrella de televisión, que ha dado un giro radical a su vida y ha comenzado a estudiar derecho después de lograr la libertad para varios presos, está volcada en conseguir un nuevo programa penitenciario para crear más oportunidades para los expresidiarios.
Es por eso que se ha aliado con Lyft, una compañía de transportes, para que los exconvictos puedan utilizar sus tarjetas regalos para hacer uso de sus servicios e ir a trabajar o acudir a entrevistas.
"Hoy tengo el honor de ser parte del anuncio de que la administración y el sector privado crearán oportunidades para que estos hombres y mujeres triunfen una vez vuelvan a casa", escribió en Twitter.
Y durante su intervención en la Casa Blanca explicó ella misma su propuesta: "Los excarcelados quieren reinsertarse, quieren trabajar. Se crearán oportunidades para que estos hombres y mujeres triunfen una vez vuelvan a casa. Cuantas más oportunidades tengan los expresidiarios, sumado al apoyo que les demos, todos estarán más seguros".
Para la ocasión, la empresaria de 38 años lució un traje de dos piezas negro con una chaqueta oversize y una camiseta interior del mismo tono, un look elegante y sofisticado con el que deslumbró en Washington.
La socialité se sentó junto a Ivanka Trump y su esposo Jared Kushner.
Desde luego, Kim está utilizando todo su poder para hacer el bien y ¡es fantástico!
Crédito imagen de portada: AFP / SAUL LOEB
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