Un cubano residente en Estados Unidos ha contado la odisea migratoria de su esposa por Centroamérica y en particular su tortuoso paso por México, donde llegó a estar en la Estación Migratoria Siglo XXI.
“¡México es un desma...!, ¡es un país sin leyes! Es increíble la manera tan mala como tratan a los migrantes”, aseguró Laisel Gómez Cabrera, quien es residente legal en Dallas desde 2014, al periódico El Universal.
Según comentó a este medio mexicano, su esposa Anisladys Sosa Almeida pasó una odisea de 64 días hasta llegar a Estados Unidos, donde está en un centro de detención en El Paso, Texas, a la espera de la solicitud de asilo.
“Va a salir de ahí, pero no sabemos cuándo; yo vengo a verla desde Dallas, donde yo vivo”, aseguró Gómez al citado medio.
“Una vez que mi esposa esté libre en Estados Unidos, vamos a ir ante la ONU y vamos a presentar una denuncia contra Migración de México y las autoridades de ese país; tenemos videos y pruebas de todo lo que hacen, son mentirosos, corruptos y sanguinarios”, agregó.
La odisea de Anisladys hasta llegar a Estados Unidos
Según detalla El Universal, la dura travesía de esta cubana –que era bibliotecaria en la isla– comenzó el 24 de marzo cuando salió en un vuelo hacia Panamá con una visa de inversionista.
Allí se unió a otros 10 cubanos para atravesar Costa Rica, Nicaragua, Honduras y Guatemala, "con miedo" –apunta su esposo– pero “sabían que era la única manera de alcanzar la libertad verdadera". En la frontera sur de México, Anisladys Sosa se dejó llevar por la marea hasta llegar a Tapachula, donde comenzó la parte más difícil del trayecto.
Aunque Sosa fue una de las afortunadas que obtuvo un amparo o salvoconducto, que ya el Gobierno de México niega a los migrantes cubanos, e intentó salir de esa ciudad en un taxi –con dos centroamericanos– fue detenida por la policía, quienes alegaron que era falso.
"Los dos acompañantes le dieron 100 dólares, cada uno, pero a ella no le aceptaron el dinero porque era cubana y tenían órdenes de detener a todos los cubanos”, cuenta Laisel Gómez sobre las autoridades mexicanas.
La cubana fue trasladada a la Estación Migratoria Siglo XXI. Allí hizo vídeos que tienen para la denuncia a las autoridades mexicanas y que fueron cedidos a El Universal.
"Ella me decía por teléfono que todo ahí dentro era una locura, sucio, sobrepoblado, que les gritaban y a algunos los golpeaban, que había personas enfermas que no atendían, ¡un infierno!, un lugar que yo averigüé es para máximo mil 200 personas, ¡tenía adentro más de 3 mil! Para caminar tenías que ir por encima de la gente”, explica este cubano.
Gómez no lo dudó y fue a México a intentar a ayudar a su esposa. Una vez en Tapachula denunció a las autoridades por la indiferencia ante su caso y estas le prohibieron ver a Anisladys.
Después de pedir acudir a varias ONGs, un representante de la Comisión Internacional de Derechos Humanos le ayudó a poder ver a la mujer con quien comparte más de nueve años de relación.
"Él me ayudó, me dio el apoyo que necesitaba para poder ver a mi esposa, quien ya se sentía mal, se veía enferma y desnutrida; casi no le daban de comer, no le daban mucha agua y se la llevaran al médico”, señala Gómez.
Una vez en el hospital, con custodia de tres agentes, los médicos le informaron que su esposa "tenía una infección muy fuerte y que estaba desnutrida". Sin embargo, un día después agentes de migración hablaron con los doctores y estos decidieron darle el alta porque "ya no tenía nada".
Gómez se quejó porque su mujer tenía al menos tres antibióticos inyectados, pero igualmente se la llevaron de nuevo a la Estación migratoria. “Como si fueran por una asesina o narcotraficante”, apunta.
Según comenta este cubano a la joven la amenazaron y maltrataron en ese recinto, situación ante la cual ella fue una de las que escapó en la fuga masiva del 8 de mayo.
Él la esperó fuera y después de estar escondidos, tuvieron que acudir a un coyote para que la llevara hasta El Paso, Texas. Él se dirigió directamente hasta Estados Unidos, pero denuncia que no puede regresar a México.
Finalmente dieron el último paso el 28 de mayo después de una ruta por mar y tierra por el golfo de Tehuantepec, la ciudad de Oaxaca, Puebla, Durango y Ciudad Juárez, apunta al citado medio. "Ella y yo hablábamos con frecuencia por teléfono", recuerda Gómez. Ese día, su esposa atravesó "la cuenca seca de un río y gracias a Dios todo salió bien".
Este cubano agrega que el caso de su esposa es un milagro y que ahora la situación para los migrantes será peor por la presencia de militares mexicano en la frontera con Guatemala.
Más de 500 cubanos han sido deportados en lo que llevamos de 2019 y las cifran van en ascenso cada mes. El 3 de junio fueron regresados a la isla 68 migrantes.
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