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Cuatro niños venezolanos viajarán a Cuba, donde recibirán un trasplante de médula ósea, anunció el presidente Nicolás Maduro este viernes.
En su cuenta de Twitter, el líder chavista anunció que ha instruido al doctor Jorge Rodríguez, jefe de la delegación nacional en los Diálogos de Paz, incluir en los debates el caso de los pacientes que requieren un trasplante de medula ósea, “que no pueden continuar con sus tratamientos por el criminal bloqueo de los EE.UU.”.
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“Es un tema de solidaridad y humanismo”, añadió.
El dirigente reveló que fue Cuba, “siempre solidaria”, la que se ofreció a prestar atención hospitalaria a los menores, quienes “con el favor de Dios serán sanados”.
Esta información se da a conocer días después de la muerte de cuatro niños en el Hospital J.M. de los Ríos, en Caracas, que necesitaban un trasplante de médula ósea.
El último de ellos fue Erick Altuve, de 11 años, fallecido el domingo 26 de mayo debido a un paro respiratorio, tras ser operado en enero de un linfoma en el estómago, y quien durante los últimos seis meses no recibió sus medicinas debido a la escasez generalizada de medicamentos, según denunció su madre.
Solo 24 horas antes había muerto Yeideberth Requena, de ocho años, quien padecía de leucemia linfoblástica aguda y necesitaba con urgencia un trasplante medular.
Estos sucesos generaron una ola de condena en las redes sociales, entre representantes de grupos de derechos humanos y la oposición,que atribuye la actual crisis sanitaria a la incompetencia económica y la corrupción del régimen.
Según reporta ABC, representantes del sector de la sanidad se manifestaron en las afueras del hospital pediátrico, y exigieron a la Fiscalía que abriera una investigación al centro que, según han dicho enfermeras y pacientes, no posee medicamentos, equipos médicos ni insumos.
También pidieron a la Cruz Roja que responda por la ayuda humanitaria que llegó al país en abril, y que debía haber sido entregada ya a pacientes crónicos.
El pasado 22 de mayo el ministro de Salud, Carlos Alvarado, admitió que el gobierno está recurriendo cada vez más a Cuba, China y Rusia para compensar la crisis de salud causada, en su criterio, por las sanciones de Estados Unidos.
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