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Los médicos cubanos Orazal Sánchez, Delia Estelles y Yolanda García (cuyos nombres reales fueron cambiados para esta historia) aseguran que el gobierno de la Isla tiene un "sistema de esclavitud moderna".
Se refieren al trato que reciben los integrantes de las brigadas médicas que cumplen misión internacionalista en otros países, por las que el gobierno ganó 11.000 millones de dólares por año entre 2011 y 2015, a cambio de darles salarios mínimos.
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En declaraciones para la agencia AFP, los tres doctores hablaron de la "solidaridad falsa" de Cuba y la "complicidad" de los gobiernos contratistas donde prestan servicios.
Dijeron además no sentirse liberados a pesar de haber abandonado las misiones médicas y estar residiendo en el extranjero.
"Lo triste es que seguimos siendo esclavos. Creemos que estamos libres, pero mientras tengamos familia en Cuba seguimos trabajando para ese sistema", dijo Orazal.
Este médico, endocrinólogo de 40 años dijo que abandonó Botsuana "no por las condiciones difíciles" sino por '"a vigilancia extrema, el control constante, la represión".
Delia, quien cumplió misión en Guatemala y Brasil, dijo haberse cansado del "acoso", incluso "con intenciones sexuales", y de las "contribuciones forzadas" al Partido Comunista Cubano o el "adoctrinamiento político" al que eran sometidos.
En el caso de Yolanda, quien vive Brasil, dijo que sigue "atada" a Cuba porque allí está su familia. Sin embargo, cree que si regresa podrían tomar "represalias" y ser considerados como traidores a la Patria.
"Vi bien que Bolsonaro exigiera la reválida a los médicos del programa y dijera que iba a pagarnos todo el salario", sostuvo Yolanda, refiriéndose a las declaraciones que Bolsonaro que hicieron que el gobierno de Cuba regresara a sus médicos que trabajaban en la brigada Mais Médicos en Brasil.
Los tres afirmaron haber sido sometidos a reglas como entregar el pasaporte al supervisor, no relacionarse con los locales, no viajar por el país que los recibía, delatar a los colegas de ser necesario.
Yolanda denunció que, cuando laboraba en Venezuela, "tenía que incluir nombres y cédulas inventadas para cumplir con la cantidad de pacientes que se suponía que debíamos atender semanalmente".
En Guatemala, según Delia, se hacía lo mismo con los pacientes de la Operación Milagro.
"Cuba como sistema es un tumor maligno. Y los tumores malignos mandan células tumorales hacia otras partes del organismo. Las misiones internacionalistas tienen el mismo comportamiento tumoral maligno del sistema cubano", comenta Orazal.
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