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El sacerdote católico y activista mexicano, Alejandro Solalinde, ha declarado que si las autoridades no cambian la estrategia hacia los migrantes cubanos y centroamericanos, continuarán los intentos de amotinamiento y fugas en diversas estaciones migratorias del Instituto Nacional de Migración (INM).
“Si Migración no sabe manejar inteligentemente [la situación], con diálogo con las personas, sí podría presentarse algo más negativo. Los cubanos no son fáciles; tienen una autoestima elevada porque son profesionistas [profesionales] y no es fácil engañarlos”, dijo en declaraciones al diario mexicano La Razón.
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Solalinde ha señalado que es triste que México haya olvidado la tradición hospitalaria con Cuba, y que haya cedido a las presiones de Washington, que quiere limitar las solicitudes de asilo.
“Ha faltado interlocución serena por parte de Migración y Gobernación”, señaló.
El sacerdote y director del albergue Hermanos en el Camino -que proporciona asistencia humanitaria a los migrantes- ha indicado que es una pena que no se haya resuelto el problema de los indocumentados cubanos, y afirmó que “sí se les ha engañado”, pues se les prometió una estancia legal que luego no se les ha cumplido.
“México tiene dos caminos: retomar la solidaridad tradicional con Cuba y buscar un arreglo con la embajada o seguir reprimiéndolos”, añadió, y precisó que la desesperación ha sido un factor importante para que los cubanos hagan desmanes en las estaciones migratorias.
“México puede llevarlos hasta la frontera norte. Si ya ha aceptado ser la sala de espera de cinco mil migrantes, con mayor razón lo puede hacer acercando a personas para que hagan su solicitud de refugio”, aunque Solalinde reconoce que la resolución final de la solicitud de asilo es un tema que depende completamente de Estados Unidos.
Alejandro Solalinde ha insistido en que las autoridades deben reunirse con los defensores de derechos humanos y con los responsables de albergues para pensar estrategias que supongan una verdadera ayuda a los migrantes.
El sacerdote estima que todo se habría solucionado desde un comienzo si ambas partes hubieran dialogado.
Tan sólo en Chiapas, en la frontera con Guatemala, medios locales destacan que hay alrededor de 900 cubanos con intenciones de arribar a la frontera norte de México y pedir asilo.
A la mayoría de los cubanos no le interesa regularizar su situación migratoria en la nación azteca, pese a que muchos han comenzado a trabajar para poder asumir los gastos de la espera.
El número de personas indocumentadas presentadas ante el INM se disparó en el primer cuatrimestre de 2019 en relación con el mismo periodo del año anterior, al pasar de 11.486 casos a 20.564.
Son cubanos los que en su mayor parte han protagonizado las salidas no autorizadas, principalmente en Chiapas, dato que los medios de prensa mexicanos han venido subrayando en las últimas semanas.
El Instituto Nacional de Migración ha dado a conocer que están recibiendo apoyo temporal de la Guardia Nacional con el fin de controlar la creciente incidencia de motines y fugas.
Recientemente, Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación mexicana, dijo que los cubanos son "un grupo agresivo", y aludió a las fugas masivas de migrantes de la Isla, ocurridas en las últimas semanas en centros del Instituto Nacional de Migración, principalmente en Tapachula.
"Los cubanos efectivamente han sido un grupo agresivo pero nada del otro mundo. Estamos platicando con ellos sobre todo que entiendan que su situación en nuestro país es una situación irregular y que deben de regularizarse para poder estar y tener una estancia regular”, declaró la funcionaria a Once Noticias.
También dijo que para enfrentar el tema migratorio habría que convertir las estaciones migratorias en albergues definitivos, y no en lugares donde se les prive de libertad.
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