A un año del accidente aéreo en Cuba: “Lo más fácil fue culpar al piloto y lavarse las manos”

El escueto informe del gobierno cubano del accidente aéreo del Boeing-737 el 18 de mayo de 2018, dejó a los cubanos con más dudas que respuestas.

Especialistas cubanos en el lugar del accidente. © ACN / Marcelino Vázquez Hernández
Especialistas cubanos en el lugar del accidente. Foto © ACN / Marcelino Vázquez Hernández

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Este artículo es de hace 5 años

A un año del accidente aéreo del Boeing-737 en Cuba conocimos que las causas “más probables” fueron “las acciones de la tripulación y sus errores en los cálculos de peso y balance”, que provocaron la pérdida de control y el desplome de la aeronave durante su despegue.

Sin embargo, los resultados de la investigación realizada tras el suceso del 18 de mayo de 2018, en las cercanías del Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana, dejan a los cubanos con más preguntas que respuestas.


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De acuerdo con la doctora Mireya, de 45 años, “a pesar de que está justificado que una investigación de este tipo pueda demorar hasta un año, tenían listo el reporte desde hace dos meses y esperaron hasta ahora para dar una nota de 12 líneas".

"¿Qué significa ‘acciones de la tripulación’? Si hubo errores de cálculo de peso y balance, ¿no tiene culpa la entidad que regula de cuánto peso dispone un avión y la cantidad que cada pasajero puede subir?", cuestionó.

“¿Quién se cree que los 37 años de vida de la aeronave no tuvieron nada que ver con que se cayera? Por más que digan que el avión contratado a la aerolínea mexicana Damojh contaba con las certificaciones establecidas por la Organización de la Aviación Civil Internacional, se sabía que esa era una empresa de bajo costo, que solamente tenía tres aviones viejos", apuntó.

“La Comisión Investigadora solo ha estado tratando de quitarnos la culpa que pudiera tocarnos y de echársela a los demás. Eso es lo que pasa cuando trabajamos con compañías que carecen de buena reputación solo porque son las más baratas. Es una soberana falta de respeto que después de lo que significó este accidente para la población, especialmente para los familiares de las víctimas, se reduzcan las explicaciones sobre el mismo a una seca nota, que realmente no dice nada”, lamenta la médica.

Según destaca Eduardo Ortega en Cubadebate: “Demasiado escueto el reporte. ¿Qué son los errores en los cálculos de peso y balance ? ¿Quién le informa a la tripulación el peso que lleva la aeronave? ¿Quién es responsable del balance de la carga? ¿Qué importancia tuvo el mantenimiento previo de la aeronave? ¿Qué influencia tuvo la edad de la aeronave? Deben aclararse muchas cosas”.

Al respecto, denuncia en el mismo sitio web un forista que se hace llamar agente007: “¿Por qué no hacen alusión al golpe que por accidente le dieron al motor izquierdo del avión en la rampa de la Terminal 1 (del aeropuerto) dos días antes del accidente?”.

Asimismo, afirma que son “muchas cosas” las que hablan de culpables de propiciar el accidente, que no son mencionadas”. Son cosas que la población necesita saber porque se trata de “un tema delicado que llegó a las entrañas de nuestro pueblo. Estos elementos son reales... Espero que los familiares de los tripulantes encuentren la paz en la palabra ‘probable’, así como todo nuestro pueblo”.

Por otro lado, explica otro usuario: “Ya que la nota deja en dudas a todo el que tenga dos dedos de frente, tendremos que esperar a que algún día se filtre un verdadero informe sobre este lamentable suceso. Ahora hace falta que se dignen las autoridades y hablen sobre la indemnización a los familiares de las víctimas. No hay forma de que en Cuba aprendan a informar a la población, ni hay forma de que aprendan que, en este mundo de hoy todo informatizado, nada queda oculto para siempre”.

Lourdes, una de las dependientes comerciales del aeropuerto capitalino, señala que hubo “casi un año de investigación para lo más fácil: culpar a los pilotos y lavarse las manos. Nos cuesta creer que solo los errores de la tripulación tuvieron que ver. En dos o tres parrafitos resumieron el resultado de la investigación de una de las mayores catástrofes aéreas que ha sufrido esta isla. Sabemos que no todo se publica, pero no entendemos por qué no tenemos derecho a conocer más.

“En sí, no han dicho nada concreto. Mucha muela y poco resultado. Para eso no había ni que ir a investigar en Estados Unidos. ¿Quiénes son los responsables? ¿Los muertos? ¿No hubo problemas con el avión? ¿Cuántas inspecciones había pasado satisfactoriamente la aeronave? Los errores de cálculo de peso y balance, y la técnica de pilotaje efectivamente son un asunto de la tripulación, pero ¿quién fue el que contrató a una tan inexperta?", señaló.

“¿La causa es solo ‘probable’? ¿Tantos científicos de tres países (Cuba, México y Estados Unidos) para eso? ¿No es el momento oportuno de acallar los rumores que dicen que los malos procederes técnicos y las fallas de pilotaje ya se habían dado con ese avión anteriormente? Para nadie es un secreto que su arrendamiento no fue muy popular”, dice indignada la joven.

De igual modo, resalta el informático Joan, de 38 años, “somos expertos en dar informaciones superficiales. Le pasamos por encima a la noticia y dejamos que haga olas el misterio. Este no es un informe cualquiera, este es el que esperaban con dolor cientos de familias cubanas que perdieron a sus seres queridos".

“Por eso son siempre más completas las informaciones de la prensa extranjera. Ese informe al público debería ser más explícito y no dejar ninguna duda. Todo es demasiado general. Es como pretender decir que los accidentes de tránsito ocurren porque los choferes violan las normas de seguridad vial. Se quedaron en las ramas”, concluye.

En palabras de la estudiante de Derecho Arianna, de 21 años, “después de tanto tiempo, cuando hubo 112 muertos y solo una sobreviviente, meremos una explicación menos fría. ¿Seremos los cubanos los únicos que no recibimos indemnización de compañías aéreas ante catástrofes? ¿Existe la intención de gestionar con los dueños de la aerolínea el resarcimiento por daños y perjuicios a las familias y al país? ¿No habrá un pago por los daños causados? La pérdida de un ser querido es impagable, pero el dinero sería una ayuda para los que aún viven”.

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