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El presidente norteamericano, Donald Trump, ha ordenado este lunes que se apliquen nuevas normas para cambiar el sistema de solicitud de asilo político en Estados Unidos.
Entre los cambios estaría el cobro de una tasa por presentar las solicitudes y la decisión de que los jueces resuelvan los casos en un plazo máximo de 180 días.
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Trump propone que, "salvo circunstancias excepcionales", los juzgados de inmigración resuelvan las solicitudes de asilo en un máximo de seis meses, sin contar plazos de recursos, un proceso que actualmente puede prolongarse incluso años.
En un memorando dirigido al fiscal general de Estados Unidos, William Barr, y al secretario interino de Seguridad Nacional, Kevin McAleenan, Trump propuso además otros cambios, como el cobro de otra tasa para solicitar permisos temporales de trabajo, durante el periodo en el que se resuelva la petición de asilo.
"El propósito de este memorando es fortalecer los trámites de asilo para proteger nuestro sistema contra el abuso rampante del proceso de asilo", afirmó el presidente norteamericano en el documento.
Aunque el memorando no hace mención de cifras concretas para las tasas, indica que "no deben exceder el coste de resolver la solicitud" de asilo.
El presidente norteamericano también ha instruido a sus colaboradores para que impulsen normas que prohíban obtener un permiso de trabajo temporal a aquellos solicitantes de asilo que hayan entrado o intentado entrar al país de forma irregular.
El memorando también insta a "asegurar una anulación inmediata del permiso de trabajo" en el caso de los solicitantes que reciban una orden final de deportación.
Trump ha convertido el asilo uno de sus principales objetivos políticos porque cree que hay un abuso del sistema, del que los inmigrantes se aprovechan para ingresar y trabajar en Estados Unidos.
En los últimos meses han solicitado asilo una creciente cifra de migrantes en la frontera sur de Estados Unidos, y otros se encuentran a la espera de la cita con las autoridades de inmigración.
Para frenar esa oleada, el Gobierno de Trump ha probado sin éxito varias medidas, como separar a padres de sus hijos menores de edad tras cruzar la frontera o devolver a México a solicitantes de asilo a la espera de que se resuelvan sus casos.
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