El expelotero Lázaro Vargas, considerado una gloria del béisbol cubano, se dedica actualmente a vender pan con lechón en un food truck en Miami para sobrevivir y pagar sus cuentas.
En un camioncito equipado para la preparación y venta del alimento, con el rótulo de El Rey del Lechón, el exestelar jugador asombra a sus compatriotas que pasan por allí.
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"Coj..., el animal de verdad", se escucha decir al camionero cubano Ciry Lazo, quien transmitió en directo el encuentro, sorprendido de ver a semejante gloria del deporte cubano preparando panes con lechón en el área de Homestead.
"Lo que no se puede es estar allá que están comiendo avestruz", contesta Vargas. "Cuando te lo avisan es porque lo que va a venir..."
El extercera base de Industriales dejó Cuba en 2015 y se radicó en Miami con su hijo Miguel Antonio, a quien quería encaminar en las Grandes Ligas. Las restricciones para los peloteros cubanos de su época, le impidieron al pelotero titular de Industriales probar su talento en el béisbol profesional.
Miguel Antonio Vargas fue firmado por los Dodgers de Los Angeles el año pasado por 300 mil dólares. Su meta sigue siendo triunfar en las Grandes Ligas como desea también su padre.
Pero mientras llega ese momento, Vargas, de 55 años, se encarga de trabajar en lo que sea necesario porque "hay que pagar los 'billes'".
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