Las últimas 24 horas han sido especialmente intensas para el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que pasó de pedir a Boeing que corrigiera algunos aspectos de su cuestionado avión de pasajeros 737 MAX a aconsejar cómo apagar el incendio de la catedral de Notre Dame.
"Es terrible ver el enorme incendio en la Catedral de Notre Dame de París. Quizás con aviones cisterna podría ser sofocado. ¡Hay que actuar rápido!", escribió en su cuenta de Twitter.
La Protección Civil francesa no dudó en asegurar que con ese método los daños podrían haber sido aún mayores.
"La caída de agua lanzada desde un avión sobre este tipo de edificio podría provocar el derrumbe de todo la estructura", explicaron en la citada red social.
Previamente ya había instado a Boeing a cambiar el nombre del 737 MAX.
"Qué sé yo sobre el 'branding', tal vez nada (¡pero me convertí en presidente!). Pero si fuera Boeing, ARREGLARÍA el Boeing 737 MAX, añadiría algunas funciones adicionales y cambiaría el nombre del avión. Ningún producto ha sufrido como este. Pero, de nuevo, ¿qué diablos sé yo?", tuiteó el dirigente estadounidense.
La Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) se reunió con representantes de American Airlines Group Inc., United Airlines y Southwest Airlines Co. sobre los próximos pasos, después de que los vuelos de más de 300 Boeing Co. 737 MAX hayan sido suspendidos en todo el mundo.
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