El martes 9 de abril, en el SVA Theatre, de Nueva York, se inaugura la vigésima edición del Festival Havana en Nueva York, con la premiere, en esa ciudad, de El viaje extraordinario de Celeste García, ópera prima de Arturo Infante, quien realizó el filme en clave de comedia fantástica, o de ciencia ficción. Generado por la independiente Producciones de la Quinta Avenida, el filme ha descrito un notable recorrido por festivales internacionales.
Esta edición del Festival Havana en Nueva York concluye el 16 de abril, en el DGA Theater, con la celebración del talento del mundialmente famoso Carlos Acosta, mediante una función especial de Yuli (coproducción hispano-cubana dirigida por Iciar Bollain) un filme que relata, como se ha dicho muchas veces, el ascenso de un niño pobre y negro, hasta el estatus de icono de la danza mundial, a través de su paso por el Ballet Nacional de Cuba.
El dinero recaudado en esta función especial de Yuli apoyará la compañía Acosta Danza, y en especial el Dancers-in-Residence Program, que se ofrece a un muy reducido grupo de talentosos y emergentes bailarines de todas partes del mundo. La iniciativa apoya a bailarines talentosos y con pocos recursos.
Además de varios filmes producidos en Cuba dentro del concurso por el Havana Star Prize, como Nido de mantis, de Arturo Sotto; Inocencia, de Alejandro Gil, y El regreso, de Blanca Rosa Blanco, también aparecen en competencia varios documentales cubanos, o relacionados con la Isla, como el titulado Entre un tango y un danzón.
Coproducción norteamericano-cubana, Entre un tango y un danzón está dirigido por Marta N. Bautís y cuenta el recorrido, por La Habana, Matanzas y Gibara, para dar testimonio de las interinfluencias entre los dos géneros musicales que menciona el título. En Nueva York también se exhibe, dentro de la competencia, el documental Elíades Ochoa: De Cuba para el mundo, de de Cynthia Biestek.
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