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El mejor saltador de altura de todos los tiempos, Javier Sotomayor, ha reconocido en entrevista concedida al diario Marca que podría haber ganado el título de su especialidad en los Juegos Olímpicos de Seúl 1988, boicoteados por Cuba.
“En los del 84 hubiese obtenido alguna medalla porque aunque solo tenía 16 años ya saltaba 2,33 metros y la plata se ganó con esa marca”, declaró el matancero. “En los del 88 ya era más real la posibilidad de colgarme el oro, entre otras cosas porque apenas unos días antes logré mi primer record mundial (2,43) en Salamanca”.
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Como se recordará, la Mayor de las Antillas se ausentó sucesivamente de las citas estivales de Los Angeles’84, en solidaridad con el ahora extinto campo socialista, y Seúl’88, como muestra de respaldo a Corea del Norte. Dicho sea de paso, Sotomayor se coronaría posteriormente en Barcelona’92 y obtendría el subtítulo en Sydney 2000.
En otro momento de la entrevista, el llamado Príncipe de las Alturas admitió que su estilo de salto era muy singular.
“Hay atletas que se asemejan un poco a mí en su forma de saltar –sostuvo-, pero mi estilo era muy mío. Mi carrera era bien rápida, y luego dependía mucho de la fuerza de mis piernas a la hora de impulsarme. Realizaba un último paso bastante atípico si lo comparas con los demás saltadores”.
Más adelante, el ‘Soto’ afirmó que su mayor decepción deportiva fue el cuarto lugar en el Mundial de Edmonton en 1981, aseguró gozar de magníficas relaciones con sus rivales de entonces y dijo llevar treinta años esperando que alguien rompa su plusmarca universal.
“Lógicamente, felicitaré a quien lo logre”, confesó.
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