La Guardia Civil de Cádiz (España) arrestó a una pareja alemano-cubana por estafar 1,8 millones a ancianos haciéndose pasar por supuestos cuidadores.
Según informaron las autoridades a CiberCuba se trata de una mujer cubana y su compañero sentimental, que tiene la doble nacionalidad. Además de ellos también fueron detenidas otras cuatro personas e investigadas otras nueve.
Los agentes no revelaron la identidad de estos sujetos, que mantenían a lo ancianos encerrados en una casa, drogados y alimentados mediante sondas, mientras ellos se apropiaban de sus bienes. La Guardia Civil calificó como una "casa de los horrores" el lugar donde estaban internados los pacientes.
A los arrestados se les imputan presuntos delitos de estafa, falsedad documental, delito continuado de apropiación indebida, maltrato en ámbito familiar, defraudación al Sistema de Seguridad Social Alemán, contra la ordenación del territorio, blanqueo de capitales, desobediencia a agente de la autoridad y alzamiento de bienes.
La llamada operación 'Teydea' permitió rescatar con vida a una anciana holandesa y un anciano alemán. Sin embargo la Guardia Civil no pudo rescatar con vida a otra de sus víctimas, María Babes, una anciana alemana de 101 años cuya búsqueda posibilitó que se descubrieran las actividades criminales de esta pareja.
Precisamente esta víctima fue el detonante del inicio de las pesquisas de la Guardia Civil de Cádiz, que recibió una solicitud de colaboración internacional, procedente de la policía alemana de Frankfurt am Main, que pedía la localización de Babes.
Muertes repentinas y robo de patrimonio
Esta mujer, que tenía un saldo en su cuenta corriente superior a los 162.000 euros, estaba en paradero desconocido desde que se había trasladado desde Tenerife, donde residía sola, a la provincia de Cádiz.
Finalmente los investigadores la localizaron en una residencia de mayores de la localidad de Chiclana de la Frontera, en Cádiz. Allí había ingresado tras pasar por varios hospitales, debido a una situación grave de salud.
Las autoridades reportaron que los informes médicos alertaron de posibles negligencias en la atención de la mujer por parte de sus cuidadores.
Lo que disparó las sospechas fue la boyante situación económica de la víctima, que quedó completamente descapitalizada. Su saldo pasó de los 162.000 euros en octubre de 2018, a 300 a mediados de diciembre. Además vendió su casa en Tenerife sin recibir nada de dinero.
Un drástico empobrecimiento que se inició desde que conoció en Tenerife a una pareja de cuidadores que "haciendo gala de un destacado poder de seducción" se ganaron la confianza de la mujer, que además tenía propiedades inmobiliarias y "una suculenta" pensión.
Esta pareja la convencieron para que fuera a Cádiz, donde al parecer iba a estar mejor.
Cuando los agentes la localizaron en la residencia de ancianos de Chiclana, María pudo contarles que la mantuvieron encerrada y maniatada varios meses en un chalet alquilado.
Los guardias civiles descubrieron que, mientras estaba ingresada en estado grave en un hospital, había participado en dos protocolos notariales, en el que primero otorgaba un poder absoluto a favor de sus cuidadores y en el otro los nombraba sus herederos.
Los cuidadores convencieron a la mujer para que abandonara con ellos el hospital y cinco horas después de su salida del centro, la mujer falleció mientras iba en un turismo con sus ellos, sin testigos.
Además esta pareja logró una incineración urgente del cuerpo, por lo que no fue imposible realizarle la autopsia.
La Guardia Civil ha encontrado que la pareja tuvo otras cuatro víctimas, que habían fallecido de manera sorpresiva, una vez que estos se hacían con todo su capital.
El dinero lo blanqueaban a través de diversos canales, entre ellos con la construcción de un complejo turístico en la playa de El Palmar, en suelo no urbano, con documentación falsificada por el resto de los investigados y financiado mediante la creación de una empresa creada con personas interpuestas.
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