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El colofón del enorme movimiento político que ha llevado a cabo en los medios de comunicación masiva el Gobierno cubano, a favor del triunfo del “Sí” en el referendo constitucional que ya se encuentra en desarrollo, ha sido un spot publicitario en el que aparece incitando a dar el voto afirmativo el mismísimo presidente Miguel Díaz-Canel.
El video, que ha sido rodado constantemente por la televisión nacional este sábado, muestra al mandatario desde la Plaza de la Revolución y con un gigantesco YoVotoSí de fondo animando a los cubanos a votar “Sí” “por Cuba, por la Revolución y el Socialismo”.
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De acuerdo con la agente de Telecomunicaciones Lizet, de 32 años, “si el referendo es un instrumento de democracia directa que somete a la consideración del pueblo algo de trascendental importancia para la sociedad, podemos libre y secretamente votar como nos venga en ganas, porque hay dos opciones en la boleta y no solo la del ‘Sí’.
“Se trata de una consulta que regirá el futuro de nuestros hijos porque es la ley superior y más general de un país. No estamos en los años setenta del siglo pasado. Que existan opiniones diferentes es lo más natural del mundo. Es únicamente el pueblo y no ningún político de turno quien decidirá la última palabra.
“Hay que ver la hipocresía con la que vivimos. En la esquina de mi casa había un hueco gigante desde hacía tres meses y lo arreglaron en un santiamén durante la última semana. Y los huevos que nos dan de manera normada, que siempre vienen el 29 o el 30 de cada mes, los están dando desde hace días. Es demasiado evidente que lo que quieren es mantenernos calmaditos para que votemos ‘Sí’”, afirma la joven cuentapropista.
De la misma forma, el ingeniero civil Leonel, de 40 años, plantea que “lo que yo quiero que alguien me explique, si es tan importante que sea el pueblo el que determine la entrada en vigor y legitimidad del texto, es por qué el Gobierno tiene propaganda de #YoVotoSí en todos lados y los ciudadanos que no estamos de acuerdo no hemos podido hacer los mismo con el #YoVotoNo.
“Los puntos que a favor nuestro tiene ese documento han quedado opacados por la imposición de los dirigentes de este país para que lo aprobemos. Mucha gente votará ‘No’ nada más que como una expresión de rebeldía. Aquí tenía que haberse valido persuadir lo mismo para aprobar que para desaprobar el documento.
“De hecho, ni siquiera he entendido con claridad qué pasaría en caso de la no aprobación. Lastimosamente creo que, por ignorancia, mucha gente escribirá en la boleta y hará que la anulen cuando podrían marcar con una X donde dice ‘No’”, asegura.
Según explica Antonio en la página web Cubadebate: “Simple y humildemente, voy a ejercer mi soberano derecho a votar por lo que mejor estimo conveniente, en primer lugar, para mis ideas, para mis hijos, para mi familia, para mis amigos, para mis compañeros y colegas, para los que conozco, para los que no conozco, para todos, sin excluir a nadie”.
Otro usuario de ese sitio refiere que un referendo es un instrumento de democracia que en este caso no se ha cumplido. “Se han empleado todos los medios estatales disponibles, incluyendo comprobantes de pago y hasta facturas, para hacer una campaña a favor de un ‘Sí’, provocando con ello un estado psicológico en la población a través de ese bombardeo las 24 horas. Conclusiones, la democracia para este referendo deja mucho que desear y no estoy diciendo que se hubiera hecho campaña por el ‘No’, estoy diciendo que debía de ser un proceso imparcial dejando de influir en la población con una sola opción”.
A tenor con lo expresado por juristas cubanos en varios medios de comunicación, tras la votación la Comisión Nacional Electoral debe informar públicamente los resultados; desde la cantidad de ciudadanos participantes, la cantidad de votos con “Sí”, “No” o en blanco y sus porcentajes; hasta el resultado final cuantitativo y en porcentaje, tanto a nivel local como nacional.
En las palabras aliviadas del médico Rayner, de 38 años, “por suerte dicen que todo el que quiera pueda ir a la hora del conteo de los votos en el colegio electoral y así verificar que no borren y cambien la selección, y eso haré porque no confío en este proceso. Ha habido demasiado rejuego político como para creer.
“Lo que decide mi voto es mi evaluación personal del documento, en base al análisis que yo he realizado del mismo. Yo votaré por lo que dice la Constitución, no por lo que diga ninguna consigna. Votaré ‘No’ porque la nueva Constitución no me representa y no soluciona los problemas que me aquejan desde hace años, es más de lo mismo, y quiero cambios, necesito prosperidad, desarrollo”, concluye el especialista en Medicina General Integral.
Desde las 7 de la mañana de este domingo están abiertos 25 mil colegios en toda la Isla, en los cuales ejercerán su derecho al voto más de ocho millones de cubanos. Datos oficiales indican que más de 420 mil personas, entre autoridades electorales, colaboradores y estudiantes encargados de custodiar las urnas, acompañarán las votaciones.
Desde 1959 hasta la fecha solo se había realizado un referendo constitucional en Cuba, el cual se hizo el 15 de febrero de 1976 para aprobar la Carta Magna vigente en el país.
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