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El presidente de Colombia, Iván Duque, afirmó ayer martes que en el atentado que el Ejército de Liberación Nacional (ELN) realizó contra la Escuela de Policía General de Bogotá, que dejó 22 cadetes muertos y 66 heridos, participaron miembros de esa guerrilla que están en Cuba.
"Es un acto criminal, brutal, es un acto terrorista y un crimen de lesa humanidad que fue planeado, por meses, con la participación y el conocimiento del Comando Central de esa organización, que tiene y tuvo miembros en la isla de Cuba y que, además, estuvo desde allá participando activamente en muchas de esas decisiones", afirmó.
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Duque insistió, además, en que el único protocolo que acepta es que Cuba entregue a los negociadores del ELN que están en La Habana.
"Mientras yo sea el presidente de Colombia el único protocolo que acepto es que el Gobierno de Cuba entregue a los responsables de ese crimen para que sean llevados a la justicia", explicó ante periodistas.
Un día después del ataque ―llevado a cabo con un carro cargado con 80 kilos del explosivo pentolita― el jefe de Estado colombiano reactivó las órdenes de captura de los negociadores del ELN, en los diálogos que tenían con el Gobierno y pidió a Cuba que los entregara.
El Gobierno cubano se remitió a los protocolos del proceso de diálogo y desde entonces el presidente colombiano ha pedido La Habana entregue a los negociadores para llevarlos ante la justicia.
Los diálogos de paz con el ELN comenzaron en febrero de 2017, en Ecuador, y en mayo de 2018 fueron trasladados a La Habana. La última ronda concluyó sin resultados a comienzos de agosto, cuatro días antes de la posesión de Duque.
El presidente de Colombia ha recordado que su Gobierno ha condicionado la mesa de negociaciones a que esa guerrilla abandone toda actividad criminal y libere a todos los secuestrados que tiene bajo su poder.
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