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Andrea Gaylord, una anciana de 75 años, recibió una gran alegría al volver a las ruinas de su antigua casa, totalmente arrasada por los incendios forestales que asolaron Paradise, en California, a principios de noviembre.
La mujer tuvo la mayor sorpresa de su vida cuando salió a recibirla su perro Madison, un pastor de Anatolia, que se había quedado cuidando la propiedad durante todo este tiempo.
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Según Huffington Post, el día del siniestro la mujer solo tuvo unos minutos para huir y en ese momento no pudo hallar a Madison ni a su hermano Miguel. Pocos días después, un rescatista pudo localizar a Miguel y reunirlo con Gaylord y su esposo. Pero Madison seguía en paradero desconocido…
Todo cambió cuando la rescatista de animales Shayla Sullivan, quien había recibido una petición para localizar a ambas mascotas, se dio cuenta de que Madison no estaba demasiado lejos de su hogar. La mujer solía dejar comida y agua en el sitio, y algún animalito venía y se la comía. Ella intuía que era Madison, pero el perro, al parecer demasiado asustado, permanecía oculto.
Hasta que una persona conocida no volvió a la casa, el can no se convenció de que era seguro salir. Cuando las autoridades le permitieron a su dueña regresar a su vivienda, Madison solo demoró “unos cinco o diez minutos” en ir a saludarla, moviendo su cola.
“Cuando Andrea apareció, él la olió”, contó Sullivan.
Lo más tierno fue ver el reencuentro entre Madison y Miguel. Este último había estado muy “molesto y deprimido”, al estar sin su hermano y lejos de su hogar.
“Fue increíble verlos juntos de nuevo, como, ‘somos un equipo ahora, todo está bien, tenemos a nuestra gente, podemos volver al trabajo’”, relató la rescatista.
Ambos perros continúan aún en la propiedad, atendidos por los Gaylord, quienes regularmente les llevan alimentos, al no poder tenerlos donde viven provisionalmente.
Los perros pastores de Anatolia son una raza musculosa y robusta, que requieren mucho espacio para vivir. Son también inteligentes y leales, por todo ello se emplean en el cuidado del ganado.
Esas cualidades les permitieron librarse del fuego, completamente ilesos, y más tarde regresar a la casa.
“Son sobrevivientes”, sentenció Sullivan.
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