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Posiblemente, desde la incursión en canchas cubanas y mundiales de dos monstruos como Mercedes “Mamita” Pérez y Mireyita Luis, detrás de las que se hallaba una pléyade de inmensas jugadoras de voleibol, no había aparecido otra como nuestra difícil entrevistada de hoy, la cienfueguera Melissa Vargas Abreu.
Joven nacida en Cienfuegos el 16 de octubre de 1999, es quizás el único caso que, al menos yo conozca, jugara con una selección nacional de mayores con 13 años.
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“A mí me descubrió en mi provincia el profe Gilberto. Yo daba unos saltos que dejaba a todos boquiabiertos además de pegarle con rabia al balón. Fue así que con 10 años entré a la EIDE y la ESPA, en la capital. Me llamaron para el Cerro Pelado a los 12 años.”
Recuerdo aquello, que siempre me pareció el mayor de los dislates, y creo recordar haber comentado el hecho en un noticiero. Si bien es cierto que le callaba la boca al más criticón con sus “mandarriazos” al balón, no lo era menos que su rostro de niña, de jugar con muñecas o montar patines, indicaba el error de apresurarla.
Su crecimiento no estaba completo. Sus articulaciones, sus músculos, sus huesos no estaban todavía listos para ese super nivel de juego del alto rendimiento, aunque siempre contó con el apoyo de una triada médica calificada.
Y como era de esperarse, sobrevino una seria lesión del hombro, sobre la que a la postre giró la salida definitiva del país de la “niña de oro”. Para no hacer larga la historia, Melissa fue sancionada a cuatro años de separación del equipo nacional por protestar su tratamiento, y tanto ella como su mamá decidieron no esperar y buscaron nuevos horizontes.
Sinceramente, en medio de tal situación, me atrevo a pensar que otras causas motivaron la sanción, pero prosigo; es mejor no tratar de arar en el mar.
“Yo apenas llevo seis meses aquí en Turquía, entrenando para jugar en la liga que recién comenzó. Estoy en el equipo Fenerbahçe. Después de dos años inactiva, mi primer juego oficial fue el pasado 3 de noviembre.”
Rebuscando en internet, y con la ayuda de fans del voly cubano, les informo y cito textual que “Fenerbahçe Women's Volleyball es el departamento femenino de voleibol de Fenerbahçe SK, un importante club multideportivo turco con sede en Estambul, Turquía. Juegan sus partidos en el Burhan Felek Sport Hall con 7.000 asientos.”
También investigando, una de las labores del periodista, más ahora en esta época post modernista de las comunicaciones, indagué y entre las hipótesis de la salida de la cienfueguera, la más segura, tiene que ver con un equipo que ha captado a otras voleibolistas cubanas para jugar en distintas ligas del mundo, el Volero Zurich de Suiza.
“Sobre eso, nada sé. Estuve seis meses entrenando en Serbia, no había jugado hasta ahora en ninguna liga. En estos momentos compito en una liga poderosa, en la cual hay que dar el máximo. Estoy totalmente recuperada. Me llevo bien con mis compañeras. La Liga tiene un gran nivel.”
En estos momentos compito en una liga poderosa, en la cual hay que dar el máximo. Estoy totalmente recuperada. Me llevo bien con mis compañeras. La Liga tiene un gran nive
Por su parte, su entrenador principal, Zoran Terzic, sólo tiene palabras de elogio para la cubanita de un metro 94 de estatura y potentes ataques.
“Sí, aquí impresionan mis remates además del poder de salto.”
¿Tienes alguna voleibolista a la que sigas, que te sirva de ejemplo a seguir?
“Sí, la opuesta de Serbia, Tijana Bošković."
¿Cuáles son tus aspiraciones?
“Seguir jugando voly día tras día, hacerlo mejor. Esta posibilidad la tengo aquí pues la liga turca está entre las mejores del mundo.”
¿Extrañas Cuba, a tus ex compañeras?
“Claro que extraño, a mi familia, a mis calles, a mi gente; claro que sí”.
¿Si te llamaran a integrar el CUBA para Tokío 2020, estarías dispuesta?
Una respuesta escueta, como es ella, pero respuesta al fin.
“Bueno, a todo el mundo le gusta jugar por su país”.
Y claro que a todos, o casi todos (no hay regla sin excepción) les gustaría representar al Verde Caimán. ¿Por qué seguir impidiéndolo? Que levante la mano el que no quiera un equipo competitivo para los Juegos de la Tierra del Sol Naciente…¡bueno, si se logra clasificar!
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