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Claudia y Roger se conocieron a través del chat de una red que une a personas y comunidades de La Habana y sus alrededores mediante conexiones inalámbricas. La red de la calle, le llaman en Cuba.
Claudia, profesora universitaria de 28 años, comenta que "llevamos juntos dos años y sabemos que hay muchos que, como nosotros, han tenido citas a través de SNet (abreviatura de StreetNet o red callejera) porque es un sitio de interacción social en el que uno, ya sea usando su nombre o un seudónimo, puede hablar con gente que no conoce personalmente".
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Roger, de 31 años y licenciado en Informática, considera que "el cubano no deja de buscar nuevas formas de conectarse y, como muchas veces no puede ser a Internet, se refugia informalmente en otro tipo de redes. SNet es una de las muchas prácticas sociales que trascienden los marcos legales en el país, pero que no se puede parar. El mismo Gobierno ha reconocido que es algo difícil de controlar porque la información fluye muy rápido".
"SNet constituye una Intranet hecha por y para los cubanos. Se trata de una vía comunicativa alterna, una red que, a pesar de ser local, enlaza infraestructuras tecnológicas y sociales al mismo tiempo. Para conectarse a ella solo hay que tener una computadora, cables de red y un equipo que recepcione la señal", agrega el joven.
Uno de los web masters de SNet explica que a principios de los 2000 aparecieron las primeras laptops con tarjetas wifi en la Isla y algunos de los informáticos más avezados de la capital comenzaron a usar puntos de acceso inalámbrico para conectarse directamente.
"En SNet encontramos un entretenimiento sano, una manera de jugar varias personas a la vez, sobre todo juegos como DOTA, Call of Duty y otros de tiroteo que son en mapas abiertos y que se pueden jugar lo mismo en equipos de cinco contra cinco que en un solo para solo. A los cubanos, sobre todo a los jóvenes, les gustan mucho los juegos", añade el administrador de 27 años.
Sin embargo, la diversificación de los servicios dentro de la red y la propia necesidad de canales alternativos de comunicación en Cuba ha hecho que los usuarios de SNet no sean solo gamers.
En palabras del ingeniero eléctrico Cristian, "se trata de una réplica a pequeña escala del universo en línea al que la mayoría de los cubanos tiene acceso limitado, que ha permitido tener al alcance de la mano el paquete semanal y copiar novelas, películas, series, actualizaciones de antivirus, etc., y herramientas del conocimiento como Wikipedia.
"En mi barrio pagamos 1CUC al mes por tener la red, pero cuando se rompe un equipo cada miembro da dinero para arreglarlo. Es una especie de propiedad colectiva que nos reúne discretamente a través de cables que cuelgan sobre calles y techos de toda La Habana, pero que también organiza eventos como fiestas y viajes a la playa", apunta.
No obstante, la primera comunidad inalámbrica en Cuba no ha recibido el apoyo que esperaba de las autoridades, amén de que más de uno de sus integrantes asegura "no querer tener nada que ver con la política".
De acuerdo con Julio César, miembro de SNet en el municipio de Playa, "en Cuba las redes inalámbricas con puntos de acceso que no sean estrictamente privados no están permitidas, por lo que SNet sigue estando prohibida".
"Continúan decomisando equipos porque se obtienen de forma ilegal, pero eso no sucedería si se permitiera la compra y entrada al país de equipamientos y accesorios para ese fin. Muchos no se arriesgan a usarla precisamente por temor a que le quiten todo", añade.
Asimismo el cuentapropista Abel, de 39 años, coincide en que las normas que rigen el espacio radioeléctrico cubano son sumamente obsoletas. "Desde inicio de los 90, por ejemplo, existe una regulación que prohíbe tener equipos GPS, algo que ya viene incorporado en los celulares y relojes modernos. SNet es una iniciativa legítima, que debiera acabar de aceptarse".
Datos oficiales confirman que al terminar 2016 SNet contaba con unos 20.000 usuarios interconectados y, además de contar con múltiples administradores locales, estaba estructurada en alrededor de una decena de pilares.
Según destaca el forista Dany Nuñez en el sitio Cubadebate, "no le veo ningún punto negativo a SNet. Te llenas de información, tienes tus foros de debates, tus redes sociales, juegos para todas las edades, pero lo más importante, tenemos nuestras reglas y normas, y simplemente el que viole alguna de ellas deja de pertenecer a nuestra red. No somos delincuentes. SNet ha salvado a miles de jóvenes de las calles, de la delincuencia y el vandalismo".
"No dejamos de necesitar Internet porque allí todo está en línea y podemos conectarnos con el exterior, pero al menos con SNet somos parte de algo que, aunque no ha dejado de ser clandestino, le resuelve problemas a un montón de gente", dice un ingeniero de 24 años que prefiere permanecer en el anonimato.
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