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Más de 400 entidades estatales han desaparecido en Cuba en los últimos cinco años, según el último informe de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONEI) con datos actualizados hasta septiembre de este año.
Si en 2014 había censadas en el país 10.024 empresas, sociedades mercantiles, cooperativas y unidades presupuestadas, en julio-septiembre de este año esa cifra había descendido a 9.580 (444 menos).
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En este quinquenio se perdieron 207 empresas, al pasar de las 1.992 de 2014 a las 1.785 de 2018. En cambio se ha producido un discretísimo incremento de las sociedades mercantiles, que en el mismo periodo de tiempo han pasado de 229 a 234.
También se ha reducido el número de cooperativas (186 menos) y el de unidades presupuestadas (56 menos).
En agosto pasado el gobernante cubano Miguel Díaz-Canel hizo balance del empleo en la Isla y aseguró que estaban trabajando 4.474.800 cubanos. La mayoría (alrededor de 3 millones) contratada por el Estado y 1,3 millones son cuentapropistas o trabajan para cuentapropistas.
Por provincias, las estadísticas de la ONEI reflejan que La Habana acapara el mayor número de empresas y entidades estatales: tiene 1.688, el doble que la segunda provincia en el ranking nacional, Holguín, con 805. Le siguen Santiago de Cuba (776) y Granma (728). En el vagón de cola están Isla de la Juventud (81), Mayabeque (359) y Cienfuegos (373).
Llama la atención que las sociedades mercantiles se concentran en La Habana (215 de las 234 existentes). El resto se las reparten Artemisa (7), Mayabeque (3), Matanzas (1), Cienfuegos (1), Holguín (4) y Santiago de Cuba (3).
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe, CEPAL, vaticinó hace dos meses que la economía cubana crecerá en 2018 un 1,5%, una cifra inferior a la del año pasado.
A inicios de año, la CEPAL había estimado que la economía de la Isla crecería un 1% en 2018, lo que suponía un repunte respecto al 0,5% a 2017.
Finalmente el Gobierno cubano ha admitido hace una semana que la economía crecerá poco más de un 1% en 2018, debido al incumplimiento en ingresos que se habían planificado en el turismo, la zafra y la minería.
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