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El presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, aseguró al Correio Braziliense que si decide mantener el programa Más Médicos, será con sus condiciones.
“Queremos el Más Médicos. Ellos pueden continuar. Con reválida, salario íntegro y trayendo a la familia para acá. ¿Lo aceptarán?”, dijo el político.
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Ya en su campaña electoral, el líder del Partido Social Liberal prometió enviar de regreso a la Isla a 14.000 profesionales cubanos de la salud.
Una de sus críticas al programa de la expresidenta Dilma Rousseff es que aquellos no han pasado ninguna reválida.
“Tome por ejemplo a una señora que está ahí, vestida de blanco, que vino con el programa Más Médicos. Y digo ‘señora’ porque no sé si ella es doctora, no ha pasado el programa de revalidación”, dijo.
“Pregúntele si tiene hijos. Tiene dos, tres, y están en Cuba. No pueden venir para acá. Para una madre, ¿no es eso una tortura? ¿Pasarse un año lejos de sus hijos menores?”, añadió.
“Los que vienen aquí de otros países ganan su salario íntegro. Los cubanos ganan aproximadamente el 25 % del sueldo. El resto, va para alimentar a la dictadura cubana”, sentenció el exmilitar.
Bolsonaro, que asumirá la presidencia el 1 de enero de 2019, recordó que en tiempos de Dilma Rousseff, si algún cubano pedía asilo en Brasil, inmediatamente era extraditado a su país.
“¿Debemos mantener relaciones diplomáticas con un país que trata a los suyos de esa manera?”, se cuestionó.
Según Martí Noticias, los profesionales de la salud enviados por Cuba cobran en Brasil el 25 % de los casi 3.500 dólares mensuales que paga el gobierno brasileño por cada uno. Incluso, una parte les es retenida en la Isla hasta que terminan la misión.
El resto del dinero, más de la mitad del sueldo, va a parar a las arcas del gobierno de la Isla, excepto un 5% que se entrega a la Organización Panamericana de la Salud por haber concertado el acuerdo.
Tras conocerse que el ultraderechista sería el próximo jefe de Estado en el gigante sudamericano, el ministro de Comercio Exterior de Cuba, Rodrigo Malmierca, expresó que su país está dispuesto a mantener las relaciones.
“No tenemos problemas en relacionarnos con aquellos que piensan de forma diferente de nosotros, eso sería intolerancia”, afirmó.
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