En teoría, por un peso cubano (0.04 dólares) ancianos, impedidos físicos y familias con bajos recursos pueden alimentarse en comedores públicos del Estado en Cuba. Sin embargo, no solo la higiene, sino también la escaza e insípida oferta de estos centros ha sido cuestionada por la propia prensa estatal.
“¿Hasta cuándo debemos soportar las pésimas condiciones del comedor El Arenal, en la comunidad de Reina? Vayan por allá para que vean, es de todo menos lo que debe ser”, fue la misiva que recibió el periódico 5 de Septiembre, de Cienfuegos.
Según el medio, una de cada cinco personas residentes en esa provincia tiene 60 años o más, y muchos de ellos acuden a los comedores del llamado Sistema de Atención a la Familia (SAF) para alimentarse.
Al ser cuestionado sobre la calidad de los alimentos en estos centros, Juan Pérez dijo al diario que los cocineros “hacen lo que pueden”, pues no reciben condimentos, ni puré de tomate, “las ollas no cogen presión y al fogón solo le funciona una hornilla”.
Pese a esas condiciones, Juan confiesa que la pasa “peor en mi casa sin este poco de comida”, por lo que acude al comedor con sus pozuelos cada vez que puede, como las más de 2.470 personas que se ‘benefician’ de este sistema.
Desde hace más de diez años este programa acoge a embarazadas con bajo peso, discapacitados, familias de bajos recursos y jubilados. Estos últimos representan mayoría, con una pensión mínima de 147 pesos cubanos (CUP) que “apenas les alcanza para subsistir”, admite el periódico.
En papeles, el menú debe aportar alrededor de 1.200 calorías por día a cada comensal, pero durante el año, en reiteradas ocasiones faltan las viandas, frutas, hortalizas y los condimentos para la elaboración de las ofertas.
“Condimentos aquí no entran, lo sazonamos con algún cuadrito de pollo que trae el cocinero, ajo puerro si pasan vendiendo… El puré de tomate entra, pero muy poco”, dijo un trabajador del comedor Los Aliados, un SAF de Punta Cotica.
De acuerdo con una infografía publicada por el medio, lo que más se oferta en los SAFs es huevo, con una frecuencia de hasta 23 veces al mes; luego embutido y picadillo de soya con 10 veces al mes y, por último, carne de cerdo con la frecuencia de dos veces al mes.
Lo que establece la resolución 96 del Ministerio del Comercio Interior (Mincin) es que los jubilados y otros beneficiarios reciban el servicio de almuerzo y comida; sin embargo, con el tiempo se convirtió en un hábito que lleven las vasijas o jabas de nylon y las recojan para comer en su casa.
Los medios de cocción y los sistemas de refrigeración también presentan graves problemas. En el municipio cabecera, 100% de estas cocinas de gas fueron evaluadas de “mal”, de ellas hay ocho en estado crítico y con más de diez años de explotación.
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