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Que el actual presidente cubano Miguel Díaz-Canel se haya convertido en el primer gobernante en la historia de la Isla en utilizar Twitter no cambia el hecho de que la mayoría de los cubanos sigue ajena a las potencialidades que brindan las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones.
Aunque el mandatario ha dicho que el país no se encuentra negado a "la conectividad ni al acceso a Internet" y que tiene como metas "estratégicas" la informatización de la sociedad y el gobierno y el comercio electrónicos, más de un experto en el tema considera que se trata de una forma de ganar legitimidad y simpatía.
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El Gobierno ha planteado que se dan los "primeros pasos" en la organización e informatización de los registros públicos en el país, pero Cuba se nota detenida: ni pleno acceso a Internet, ni automatización de procesos elementales para el mejor funcionamiento de la sociedad.
Según datos de la Organización de Naciones Unidas, la Isla ocupa la posición 131 de un ranking de gobierno electrónico que comprende a 193 países. El mayor Índice de Desarrollo del Gobierno Electrónico, que tiene en cuenta factores como los servicios en línea, la infraestructura de telecomunicaciones y el capital humano, es 1 y el de Cuba apenas llega a 0,35.
De acuerdo con el ingeniero informático Dariel, "si queremos implantar en Cuba un verdadero gobierno electrónico debemos cambiar ese afán de ocultar información y de creer que porque alguien se conecte media hora en una WiFi para revisar Facebook o hablar por Imo con un familiar o amigo que vive en el exterior sabe lo que realmente es Internet".
"El país necesita poder conectarse para alfabetizarse en materia de información y comunicación digital y después conocer cuánto puede avanzar en lo referido a participación popular, gobierno electrónico, trámites, educación online, salud, etc. Creo que se ha hecho muy poco desde que se permitió en 2008 que los cubanos accediéramos a Internet", agrega el joven de 29 años.
A tenor con el electrónico Ernesto, quien trabaja en un taller de reparación de celulares y laptops, "una hora de conexión nos cuesta 1CUC y el salario medio de un cubano no llega a 30. ¿Cómo podemos informatizarnos si la mayoría de la gente se conecta gracias a que le recargan su cuenta afuera? ¿Cómo si mucha gente no tiene ni una computadora ni un teléfono ni sabe lo que son las nuevas tecnologías? El pueblo demanda información, conocimiento, no que le demoren más el desarrollo".
"¿Cuándo el Estado tomará en serio la necesidad de que se suban los salarios o que vendan equipos de cómputo y accesorios que se correspondan con los salarios que existen? Casi nunca las computadoras con que cuenta la población fueron adquiridas en las redes comerciales del país porque allí ni las hay. Igual sucede con los teléfonos móviles que comercializa la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba, que no son ni buenos ni baratos", afirma el cuentapropista.
Las autoridades cubanas han reconocido que en los últimos años se han dado "dificultades" en el ensamblaje de equipos y terminales informáticos, computadoras, laptops y tabletas, al igual que existen insuficiencias en los portales web cubanos, que afectan su posicionamiento y niveles de rendimiento; problemas de configuración; disponibilidad y lentitud en la respuesta ante las solicitudes.
Desde la visión del fotógrafo Rafael, "llevamos años dando los primeros pasos. Seguimos estancados porque de nada sirve para crear espacios de conexión y esperanzar a la gente si no hay una infraestructura tecnológica que la soporte. La informatización en Cuba está tan estancada como su desarrollo económico".
"Estamos lejos de lograr tener informatizada la historia clínica de cada cubano, los archivos de Registro Civil, etc. De alguna manera habrá que acabar con el atraso. Hace falta que los ciudadanos reciban los documentos solicitados de forma inmediata. Incluso con el carnet de identidad, el pasaporte y la licencia de conducción, que ya están computarizados, existen problemas de conectividad".
"Los trámites debieran simplificarse para que no se 'juegue' más con nuestro tiempo y dinero. En muchos casos no existen catálogos digitales con los servicios y trámites que ofrece cada organismo o entidad; información sobre la planificación de actividades; y un directorio con correo electrónico y teléfonos de contacto de directivos y funcionarios", añade.
Datos oficiales indican que existen en Cuba más de 4 millones de tarjetas activas y 936 cajeros automáticos (8 por cada 100.000 habitantes), así como cuatro cajeros multifunción para cambios de moneda extranjera y siete recicladores con la opción de depósito.
Sin embargo, "hay falta de cajeros automáticos en muchos municipios de Cuba. Solo aparecen en puntos seleccionados (que son casi 70), a pesar de que hay centros de trabajo que pagan a través de tarjetas magnéticas. A los cubanos nos está comiendo la incultura electrónica", explica la doctora Dianelis, de 38 años.
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