PANAMA CITY, EEUU, 10 oct (Reuters) - El huracán Michael, la tormenta más fuerte que ha azotado a Florida en un cuarto de siglo y la tercera más poderosa en llegar a Estados Unidos continental, irrumpió ayer miércoles en la costa del golfo del estado con fuertes vientos, lluvias y olas imponentes que inundaron balnearios.
Michael, cuya virulencia sorprendió a muchos, tocó tierra temprano en la tarde cerca de Mexico Beach, a unos 32 kilómetros al sureste de Panama City en la región de Florida conocida como Panhandle, con vientos sostenidos de 249 kilómetros por hora.
La tormenta se posó como un huracán de categoría 4 en la escala de viento de cinco escalones de Saffir-Simpson. Sus vientos sostenidos estaban a solo 3,2 kilómetros por hora de la extremadamente rara categoría 5.
Como estaba previsto, la tormenta fue degradada horas más tarde a una todavía imponente categoría 3, con vientos máximos sostenidos de 205 kph y ráfagas más altas a medida que avanzaba tierra adentro hacia la frontera entre Alabama y Georgia.
El gobernador de Florida, Rick Scott, aseguró que hasta que anocheció, unos cinco horas después de que llegó a tierra, no había confirmaciones de fallecidos debido a la tormenta.
Michael causó una importante interrupción en la producción de petróleo y gas de la parte estadounidense del Golfo de México, y se pronosticaba que podía provocar crecidas de hasta 4,3 metros sobre el nivel del mar en algunas áreas, dijo el Centro Nacional de Huracanes (CNH).
"Dios mío, da miedo. No esperaba todo esto", dijo Bill Manning, de 63 años, un empleado de una tienda de comestibles que dejó su pequeña casa rodante en Panama City, en Florida, para mudarse a un hotel donde ya no había electricidad. "No sé si quedará mucho de Panama City".
Un par de horas después de que Michael tocó tierra, se registraban inundaciones de más de 2,3 metros cerca de Apalachicola, dijo Ken Graham, director del CNH.
La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por su sigla en inglés) afirmó el martes que a un estimado de 500.000 residentes de Florida se les había ordenado o instado a buscar un terreno más alto antes de que la llegada de Michael, en 20 condados que abarcan un tramo de costa de 320 kilómetros.
Pero Brad Kieserman de la Cruz Roja estadounidense afirmó el miércoles que hasta unas 320.000 personas de la costa dude Florida del Golfo de México habían ignorado los pedidos de evacuación obligatorios o voluntarios.
Un estimado de 6.000 evacuados ingresaron a refugios de emergencia, la mayoría de ellos en Florida, y se espera que la cifra aumente a 20.000 en cinco estados para el fin de semana, según Kieserman.
"Es muy aterrador"
Incluso antes de que entrara a tierra, ya había arrancado árboles y causado inundaciones en la ciudad de Port St. Joe.
"Se siente como si no supieras cuándo va a caer sobre ti el próximo árbol porque es muy feroz", dijo el alcalde de Port St. Joe, Bo Patterson. "Es muy aterrador. Tenemos árboles arrancados de raíz y mucha, mucha lluvia".
Patterson informó que unas 2.500 personas de la localidad de 3.500 aún estaban ahí, incluyendo a unas 100 en los alrededores de la playa que no cumplieron con la orden de evacuación obligatoria. Los dos puentes que conectan a Port St. Joe estaban cerrados y ya nadie puede salir.
"Esto ocurrió muy rápido, no estábamos bien preparados", agregó.
Michael pasó de tormenta tropical a un huracán de categoría 4 en aproximadamente 40 horas. "Las imágenes satelitales de la evolución de Michael el martes por la noche fueron, en una palabra, asombrosas", escribió Bob Henson, un meteorólogo del sitio Weather Underground.
Con una presión barométrica mínima registrada en 919 milibares, una medida de la fortaleza del huracán, Michael se mantuvo como la tormenta más poderosa que jamás haya golpeado la zona del Panhandle en Florida y la más intensa en cualquier parte del estado desde el Huracán Andrew en 1992.
Michael también se ubicó como el tercero más poderoso desde que hay registros que toca tierra en Estados Unidos continental, tras el Huracán Camille en la costa del Golfo de Misisipi en 1969 y el denominado Huracán del Día del Trabajo en 1935 en los Cayos de Florida.
El presidente Donald Trump declaró estado de emergencia para todo el estado de Florida y liberó ayuda federal para complementar las respuestas estatales y locales ante desastres.
(Reporte de Devika Krishna Kumar en Tallahassee, Florida; Reporte adicional de Rod Nickel en Panama City, Florida; Susan Heavey, Steve Holland y Roberta Rampton en Washington; Gina Cherelus y Barbara Goldberg en Nueva York; Brendan O'Brien en Milwaukee; Liz Hampton en Houston; y Andrew Hay en Nuevo México; Escrito por Lisa Shumaker, Bill Trott y Steve Gorman. Editado en español por Patricio Abusleme/Ana Laura Mitidieri/Manuel Farías)
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