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A sus 107 años, Anthony Mancinelli sigue yendo cada día a la barbería Fantastic Cuts, al norte de la ciudad de Nueva York, a cortarles el pelo a sus clientes.
Desde el mediodía y hasta las 8 pm continúa ejerciendo el mismo oficio en el que comenzó con apenas 12 años, en una época en que un pelado costaba 25 centavos. Esa laboriosidad continua lo hizo ser reconocido en 2007 por Guinness World Records como el peluquero en activo más antiguo, cuando tenía 96 años de edad.
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Nació en 1911 en Italia, y cuando tenía ocho años sus padres decidieron emigrar. Es el único que ha sobrevivido a sus siete hermanos.
Algunos de sus clientes lo han sido durante más de 50 años.
“Hay familias en las que le corto el cabello a los niños, sus padres y sus abuelos, hasta tres generaciones” dijo orgulloso al New York Times.
Está saludable y prueba de ello es que pasa varias horas de pie trabajando. Mantiene sana su dentadura, no necesita gafas y sus manos, imprescindibles para su labor, están firmes.
““Todo el mundo me dice que debo de estar cansado, y me pregunta cuando me retiraré. No pienso retirarme, a no ser que me suceda algo. Eso me ayuda a mantenerme ocupado después de la muerte de mi esposa, hace 14 años. Hay que seguir trabajando para mantener las cosas vivas y hacer que funcionen. El trabajo nunca hizo daño a nadie”, aseguró.
Mancinelli afirma que no tiene ningún secreto para ser tan longevo. Nunca ha fumado ni bebido en demasía y tampoco hizo ejercicio. Solo va al médico porque se lo indican.
“La gente me pregunta qué edad tengo y cuál es mi secreto para durar tanto. Les digo que no hay secretos, sino que probablemente el hombre de allá arriba quiere tenerme por aquí un tiempo más. Cuando Él quiera me llamará. Hasta ese momento, no sé cuánto estaré por aquí”, afirmó.
Vive solo, se cocina y se distrae viendo la televisión. Cada año, en su cumpleaños, el salón cierra y da una fiesta. El resto de los días, el anciano sigue con su habitual rutina, de pie, detrás de una persona, con las tijeras en la mano.
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