Ana María Linares Romero, de 43 años, y su hija Alba, de 6, han acaparado la atención mediática en España en las últimas horas tras ser captadas por una supuesta secta en Cuba.
Uno de los hermanos de esta mujer, Pablo Linares, relató cómo una mujer manipuló emocionalmente a la víctima. "No le dejaron hablar con su familia, diciéndole que había problemas de comunicación, ni acercarse a la embajada. Le hicieron creer que tenía una enfermedad que solo curaría la medicina cubana y los rituales de santería", aseguró al canal Antena 3.
"Ha sido una manipulación emocional, pero también se utilizaron sustancias para doblegar la voluntad de mi hermana, porque ella nos dijo que en Cuba le daban café que le producía sueño", añadió.
"Ha sido una manipulación emocional, pero también se utilizaron sustancias para doblegar la voluntad de mi herman"
Linares también aclaró que "no está constatado" que la víctima sufra ninguna enfermedad, pero desde que volvió de la Isla sufre importantes secuelas, que incluso le han llevado a caminar con dificultad.
"Habla lento y se queda pensativa cuando recuerda lo vivido porque no ha tenido la mente clara para actuar. La niña está bien", afirmó al citado medio.
En este sentido también detalló que la acusada, que ingresó en prisión en Cuba, buscaba personas que pasaran por "momentos de debilidad". "Ella manipula a la víctima para luego someterle a la extorsión y la estafa", denunció.
En las últimas horas Linares compartió en su perfil de Facebook una extensa nota para explicar lo vivido, al mismo tiempo que pidió "respeto".
"Afortunadamente mi hermana y mi sobrina están bien y de vuelta en España con su familia: mi hermana con su familia y mi sobrina con Juan, su padre. Tanto mi hermana como mi sobrina necesitan tranquilidad, reposo y ayuda especializada para recuperar su equilibrio físico, mental y emocional, por lo que ruego comprensión a los medios de comunicación", rezó el mensaje.
El 5 de septiembre se encendieron las alarmas
La preocupación de la familia se inició el pasado 5 de septiembre, cuando perdieron el contacto con Ana María, quien reside en la localidad de Fuerteventura (Las Palmas). Ella se trasladó a Madrid para hacer un curso que no existía.
"Nos embargó la preocupación y empezamos a hacer indagaciones porque el relato de mi hermana no coincidía con el que nos dijeron sus amistades y su entorno de trabajo", dijo Linares.
Al día siguiente la familia denunció ante la Guardia Civil la desaparición de Linares Romero y su pequeña.
Su hermano viajó hasta la mayor de las Antillas el pasado 14 de septiembre, junto a investigadores privados. Ese mismo día la mujer y si hija fueron rescatadas.
Fuentes cercanas a la investigación, llevada a cabo entre la Guardia Civil y Policía Nacional reportaron a Efe que "aunque la santera ha sido detenida, la investigación sigue abierta porque ha podido engañar a más personas haciéndoles creer que las curaría con rituales a cambio de dinero".
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