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La denuncia contra varios trabajadores del centro comercial La Puntilla, de Miramar, en La Habana, acusados de vender 15.000 manzanas a un solo cliente, ha dado la vuelta al mundo y sigue dando qué hablar. El popular actor cubano Luis Alberto García ha tirado de ingenio y entre y broma y broma ha colado verdades como puños.
"¿Por qué le temen más a un millonario que a un millón de pobres"?, se pregunta el artista en un post colgado en su muro de Facebook, en el que ironiza sobre una hipotética ley que se estaría 'cocinando' en Cuba para demonizar y racionalizar la manzana y todo lo que tenga que ver con la fruta prohibida.
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La reflexión de Luis Alberto García, que ha actuado en películas como Clandestinos (1987) o Habanastation (2011), comienza en tono jocoso, diciendo que ha podido saber que el Gobierno de la Isla prepara un nuevo decretazo para fijar el consumo de 10 manzanas por semestre para los cubanos.
De esta forma, añade el artista, los cuentapropistas que quieran vender zumos, mermeladas o cualquier otro plato que necesite más manzanas de las legalmente autorizadas por cabeza deberán retirar el nombre de la polémica fruta de las cartas de sus paladares, en abierta alusión a lo que ocurre actualmente con la venta de langosta en restaurantes particulares del país.
Asimismo, Luis Alberto García bromea con que quienes necesiten comer más de 10 manzanas cada seis meses, tendrán la obligación de rellenar una planilla en las tiendas, aportando todo tipo de santo y seña económica, desde el monto de las remesas familiares recibidas desde el exterior hasta el estado de sus cuentas en el banco y las propiedades que constan a su nombre. Toda esa información será analizada por inspectores, se mofa el actor.
El intérprete de Zafiro, locura azul no pasa por alto el detalle denunciado por Iroel Sánchez, exdirector de la Editorial Abril y del Instituto Cubano del Libro y ahora bloguero a secas de La pupila insomne, de que las personas que transportaban las manzanas de estraperlo en La Puntilla iban vestidas con camisetas con banderas de Estados Unidos. "Se comenta que de ninguna manera podrán asistir a dichos establecimientos para comprar la fruta de marras, aquellas personas que tengan puestas ropas en las que de alguna manera aparezcan símbolos patrios estadounidenses. Manzana y traición estarán indisolublemente ligadas", recalca con chanza el actor.
Luis Alberto García asegura además que en la supuesta ley que prepara el Gobierno se considerará la adicción a las manzanas como "una prueba fehaciente de que se coquetea de manera sutil o se le rinde descaradamente culto a la norteña potencia y sus lacayos, la mafia".
Así, continúa mofándose de la presunta censura que sufrirán artistas como Armando Manzanero, la cantante Luna Manzanares, las computadoras, teléfonos y accesorios de Apple; el cantautor Carlos Varela y su famoso Guillermo Tell o Carlos Manuel y su Clan por su tema La manzana en la cabeza y advierte de que quienes lleven nombres o apellidos que aludan a la manzana tendrán 15 días para cambiárselos en el Registro Civil o de lo contrario serán multados. "Decomisos y multas vienen en camino", insiste el actor a golpe de consigna: "¡Pin, pon, fuera, abajo la manzanera!"
Terminado el lado jocoso de su post, Luis Alberto García dejó varias preguntas en el aire, que dan seriedad a su reflexión en torno al escándalo de la venta de 150 cajas de manzanas a un solo cliente (100 manzanas por caja) en La Habana.
Por ejemplo, el actor cuestiona si no sería mejor habilitar mercados mayoristas en Cuba en lugar de sancionar a quienes venden y compran de estraperlo obligados por las circunstancias. Tampoco entiende que la prensa oficialista se encandalice de la venta teniendo en cuenta que el dinero regresará a las arcas del Estado.
El actor se pregunta si existe alguna ley que marque el número de manzanas que se pueden comprar en las tiendas en divisas de la Isla. Y en este punto, el artista cogió carrerilla: "¿Por qué no se liberan las fuerzas productivas en Cuba?" El no entiende a qué se debe el temor a quienes tienen dinero para comprar productos que el trabajador cubano no se puede permitir por sus bajos sueldos y el alto precio que le ponen en la Isla a esta fruta "exótica" en el Caribe.
Luis Alberto García no comprende por qué se persiguen a unos acaparadores y a otros (a los grandes) no; por qué siguen enseñando en las escuelas que en Cuba no hay clases sociales cuando la realidad indica lo contrario o por qué quienes defienden hoy la igualdad nunca han denunciado a los que siempre han podido comprar manzanas de espaldas al pueblo.
La semana pasada, la prensa oficialista cubana se mostró escandalizada de la venta de 15.000 manzanas a un sólo cliente, utilizando los palets y vehículos de la tienda del Cimex, La Puntilla, algo totalmente normal en cualquier otra parte del mundo. Los trabajadores del centro comercial tienen terminantemente prohibido hablar del asunto.
El bloguero afín al Partido Comunista Iroel Sánchez llegó a llamar a los compradores de las 150 cajas de manzanas "pichones de oligarcas" y se preguntó si Cuba se estaba convirtiendo en la Rusia postcomunista.
A continuación, el texto completo de Luis Alberto García:
Decreto 1349
Acaban de informarme, de muy buena tinta, que se prepara un nuevo decreto, que aseguran, será muy duro en sus términos y propuestas en relación a la venta y consumo de MANZANAS, ese artículo de “primerísima necesidad” para los cubanos.
Aunque todavía es muy temprano para tener el documento en la mano, se han producido algunas filtraciones, gracias a las cuales hemos tenido acceso a “lo que se cocina”.
Ya se ha constituido una comisión integrada por blogueros, articulistas y gacetilleros que ahora mismo está sumida en largas y exhaustivas sesiones de trabajo, analizando el daño irreparable que podría acarrearle a nuestro sistema social el acaparamiento de manzanas en los establecimientos en CUC y su peligroso consumo por una parte de nuestro heroico pueblo.
Hemos sabido que las personas naturales, ciudadanos cubanos residentes en el archipiélago, no podrán adquirir más de 10 manzanas por semestre en todo el territorio nacional. Los dueños de restaurantes y cafeterías particulares que pretendan comercializar zumos, mermeladas, jaleas y otros tipos de dulces o postres que lleven manzana en su confección, deberán retirar de sus cartas cualquier alusión a la fruta prohibida.
Aquellos ciudadanos que por prescripción médica o alguna otra razón de fuerza mayor demuestren que deben consumir manzanas más allá de las 10 semestrales permitidas, deberán llenar “in situ”, en cada tienda o mercado, una planilla de origen y destino en la que aclaren su estatus económico, el estado de sus ahorros y de ser necesario, una copia certificada y legalizada de sus remesas familiares. También, para esos menesteres (comprar manzanas) deberán llevar un expediente con todas sus posesiones (inmuebles, automóviles, etc) que serán analizados por inspectores designados para tales efectos.
Se comenta que de ninguna manera podrán asistir a dichos establecimientos para comprar la fruta de marras, aquellas personas que tengan puestas ropas en las que de alguna manera aparezcan símbolos patrios estadounidenses. Manzana y traición estarán indisolublemente ligadas.
La compra e ingestión de la Manzana (de la discordia) será considerada una prueba fehaciente de que se coquetea de manera sutil o se le rinde descaradamente culto a la norteña potencia y sus lacayos, la mafia. Es una fruta foránea y habrá que salirle al paso a la siempre presente globalización. Nuestro mango también es caro (y la piña y la frutabomba y el mamey y la chirimoya), pero es nuestro mango.
Estarán prohibidas en nuestros medios de difusión masiva y en fiestas o jolgorios particulares absolutamente todas las canciones de Armando Manzanero (en su voz o versionadas por otros intérpretes), otro tanto ocurrirá con el repertorio del famoso cuarteto británico The Beatles, ya que en las portadas y contraportadas de sus discos de pasta, DVDs, BluRays y otros soportes aparece el logotipo de una manzana. Igualmente todos aquellos cubanos que tengan computadoras, teléfonos, iPads, iPhones, iPods y Relojes diseñados por Apple, se verán en la obligación de tapar con cintas pegantes, stickers o pegatinas la manzana que sirve de logotipo a dicha marca. “La Manzana En La Cabeza”, de Carlos Manuel y Su Clan y “Guillermo Tell”, del cantautor Carlos Varela, también sufrirán un largo destierro en el éter criollo.
La talentosa y bella cantante Luna Manzanares y el genial trompetista Yasek Manzano han sido conminados a cambiar sus primeros apellidos en el Registro Civil en un plazo de 15 días hábiles o deberán pagar altas multas, pudiendo llegar incluso a perder irremisiblemente sus nombres de pila.
Compañeras y compañeros: UBÍQUENSE ¡!!
Todas y Todos: SITÚENSEEEEE ¡!!
El incumplimiento de algunas de las medidas que finalmente serán plasmadas en este nuevo decreto será visto como falta grave, en algunos casos y en otros, como falta muy grave.
Decomisos y multas altas vienen en camino.
Candela!!!
Desde los tiempos de Adán y Eva la puta manzana ha estado formando lío y chuchuchú.
Pin Pon fuera, abajo la manzanera!
Viva la indestructible amistad entre el queso blanco y la barra de guayaba!
Pregunto:
- No sería mejor tener mercados mayoristas en los cuáles alguien pueda comprar (en CUC) las manzanas que le salgan de su “entretela mondongal”?
- El dinero (quiero suponer que limpiamente ganado) proveniente de comprar muchas manzanas, no va a parar finalmente a las arcas del Estado?
- Hay alguna legislación que regule la cantidad de manzanas que pueden ser compradas en las tiendas de recaudación de divisas?
- Si alguien llega a una tienda y pide, sin esconderse, sin esconderlas, cientos de manzanas, no será porque cree fehacientemente que no está haciendo algo ilegal?
- Le bajarán el precio a las manzanas?
- No quieren mejor, dar de manera subsidiada las manzanas por la libreta de abastecimientos?
- A alguien le molesta que no alcancen las manzanas para los ciudadanos de a pie y no saben que la inmensa mayoría de esos ciudadanos de a pie no puede comprarlas?
- Por qué algunas personas ven nada más a los acaparadores de manzanas y no a otros acaparadores?
- Por qué nada más que a los acaparadores pequeños y medianos? Por qué no sacuden el manzano?
- Por qué no acaban de liberar las fuerzas productivas?
- Y ese miedo incontrolable al que posee dinero? Al cuentapropista que lo gana sin robar y sin traficar influencias?
- Por qué le temen más a un millonario que a un millón de pobres?
- No quieren darse cuenta de que hace muchos años existen en nuestro país clases sociales que en las escuelas nos repiten que no existen en estos lares?
- Si siempre hubo personas que “sí podían” mientras la gran mayoría “no podíamos”, por qué algunos paladines de la igualdad nunca se preocuparon en ventilar ese preocupante estado de cosas?
Y así las cosas. Lo dejo de tarea.
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