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Diana Valdivia Rodríguez no se creía que fuera cierto lo que le estaba pasando. Esa noche acababa de salir del hospital pediátrico José Martí con su hija en brazos y buscaba un taxi que la llevara al barrio de Santa Cruz, ubicado cerca de la Carretera Central, en la periferia de Sancti Spíritus.
Eran más de las once de la noche y no había guaguas. A pocas cuadras del centro vio una mototaxi y le sacó la mano. Al finalizar el trayecto, el conductor le pidió 200 pesos (8 CUC), pese a que la tarifa de estos vehículos es de 3 pesos cubanos por pasajero (uno por kilómetro recorrido). Sin embargo, en la práctica los taxistas se dedican a trasladar clientes que pueden pagar sumas superiores de dinero.
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También hay quien opta por alquilar la mototaxi completa y pagar el pasaje del resto de viajeros.
Eso significa que casi nadie paga 3 pesos cubanos. Un viaje de la terminal de ómnibus a Rancho Hatuey cuesta 80 pesos por el día. Sin embargo, en la Empresa Provincial de Transporte no han recibido ni una sola queja.
En Sancti Spíritus hay 57 mototaxis particulares y 24 arrendadas. Las primeras empezaron a circular por la provincia desde 2014. Nacieron con la prohibición de circular en las afueras de la ciudad, llevar más pasajeros de los permitidos o transportar cargas pesadas.
En la provincia hay dos rutas de mototaxis. Una de ellas enlaza el hospital pediátrico con el provincial Camilo Cienfuegos y la otra va de la Unidad Militar hasta la terminal. Ambas piqueras funcionan de 6:30 a 8:30 a.m. y de 4:00 pm a 6:00 pm. El resto del día pueden trabajar por la libre.
Heriberto Crespo, un jubilado de Sancti Spíritus, admite que no puede permitirse coger una mototaxi a menos que tenga una urgencia. En Cambio Vladimir Hernández considera que cuando se necesita llegar con rapidez a algún sitio, "resuelven el problema".
Yamila Pérez, otra usuaria, reconoce que las mototaxis se les va la mano. Ella sólo usa las motos "por urgencia, no por comodidad".
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