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Eran las nueve de la mañana del pasado viernes cuando el periodista cubano Rafael Gordo Núñez fue citado en una oficia de inmigración en Camagüey, pero cerca del lugar dos integrantes de la Seguridad del Estado lo pararon y le pidieron que subiera a un auto Geely.
Desde allí lo llevaron hasta un bungalow apartado, donde estuvo siete horas retenido a pesar de no existir ninguna orden policial. "Fue un acto ilegal, no me maltraron, fueron muy respetuosos. Se puede definir como una amenaza muy sutil", aseguró en declaraciones a CiberCuba.
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"Tenían un fuerte interés en conocer el vinculo con Tremenda Nota, cómo se financia y sobre todo cómo funciona", aseguró.
Todavía a día de hoy sigue sin asimilar lo ocurrido y continúa preguntándose por qué le tocó vivir eso a él.
"Me dijeron 'está llegando la hora del juicio final y no queremos que estés en el lugar equivocado'".
Los encargados de trasladarlo hasta el lugar fueron dos hombres llamados David y Fabián. "Cogimos la carretera central a toda velocidad y llegamos a una casa con todas las comodidades. A las 16 horas me dejaron en la salida de Camagüey, tomé una guagua y me volví a casa de mis padres", relató.
"Me dijeron 'está llegando la hora del juicio final y no queremos que estés en el lugar equivocado'", afirmó. Fue una de tantas frases con las que le presionaron.
Dos supuestas violaciones de la ley
Durante la conversación le dejan claro a Rafael que ha cometido dos violaciones de la ley. "Me dijeron que resido de forma ilegal porque no tengo domicilio fijo y vivo alquilado como casi todo universitario. También me hablaron de la pasantía en el medio El Colombiano y que no estaba permitido colaborar con un medio internacional porque yo no estaba acreditado como corresponsal de Cuba", detalló.
No fueron los únicos comentarios sutiles de estos agentes de la Seguridad del Estado, los cuales también le pidieron cautela a la hora de relatar lo vivido.
"Me dijeron que si no colaboraba con ellos tenían pruebas para meterme preso".
"Te presionan de una manera muy fuerte para que colabores. Me dijeron que si no colaboraba con ellos tenían pruebas para meterme preso", lamentó este reportero que todavía se siente afectado por lo vivido.
"Te hacen sentir culpable de alguna manera. Te hablan de un hombre de izquierda y al mismo tiempo te dicen que eres un niño bueno que ha perdido el camino", aseguró a CiberCuba.
"Me aterra todo esto, pero tiene que servir para que la gente despierte"
Gordo Núñez aún recuerda con temor la escena, pero también aprovechó para enviar un mensaje a la sociedad. "Me aterra todo esto. Lo vivido tiene que servir para que la gente despierte porque le puede pasar a cualquiera", confesó.
"Lo vivido tiene que servir para que la gente despierte porque le puede pasar a cualquiera".
"No quiero sentir la sensación de ser una víctima y al mismo tiempo no sabes qué hacer, ni qué decir, ni qué hablar", concluyó.
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