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A casi cuatro décadas de que Cuba y Marruecos rompieran relaciones diplomáticas, el presidente cubano Miguel Díaz-Canel recibió el viernes las credenciales del embajador marroquí en La Habana, Boughaleb El Attar, primero en ocupar este puesto desde 1980.
Según informó la estatal ACN, El Attar mostró su acreditación junto con los nuevos jefes de misión de otros ocho países -Eslovaquia, India, Jamaica, Kenia, Laos, Mozambique, Panamá y Portugal- en una ceremonia múltiple en la capital de la Isla.
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El nombramiento del embajador de Marruecos llega después de que en abril del año pasado los jefes de misión de ambos países en la ONU firmaran un acuerdo para restablecer sus relaciones diplomáticas tras 37 años de ruptura.
Poco después de visitar la Isla durante sus vacaciones familiares, el rey marroquí Mohamed VI ordenó la apertura en 2017 de una embajada en La Habana, una de las pocas capitales latinoamericanas donde Marruecos no tenía representación.
Según reseña EFE, las relaciones entre ambos países estaban rotas desde 1980 por decisión del Gobierno de Rabat como respuesta al reconocimiento cubano de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD).
La Isla ratificó entonces su postura de "solidaridad" con "la justa causa del pueblo y el gobierno" de la RASD, que reivindica la independencia de la antigua colonia española del Sahara Occidental, cuyo territorio ocupa actualmente Marruecos.
“El paso dado por Marruecos, de restablecer las relaciones diplomáticas sin condición alguna, fue aceptado por Cuba, y con ello, se puso fin a 37 años de la ruptura decretada unilateralmente el 22 de abril de 1980 por el Gobierno de Marruecos, alegando el reconocimiento por parte del Gobierno Revolucionario de Cuba de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) y la acreditación del primer Embajador saharaui en La Habana”, informó en aquel momento una nota del diario Granma.
De acuerdo con un comunicado emitido por La Habana, la decisión de Marruecos “forma parte de la implementación de las orientaciones Reales hacia una diplomacia proactiva y abierta hacia nuevos socios y espacios geográficos”.
El Gobierno de Díaz-Canel mantiene su colaboración con las autoridades del Frente Polisario -movimiento de liberación nacional del Sahara Occidental- con médicos y maestros cubanos en los campamentos de refugiados saharauis. Además, otorga becas a jóvenes saharauis para que estudien en Cuba.
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