La Fundación para los Derechos Humanos en Cuba (FHRC) ha identificado a dos supuestos represores cubanos que habrían mentido a Inmigración para conseguir establecerse en los Estados Unidos. Tras localizarlos han dado parte a las autoridades federales, que ya tienen en sus manos los expedientes y la declaración jurada de sus víctimas y las están investigando.
Los represores identificados son Makbel Grau Rodríguez y Julio Francisco Orta Mateo. Ambos están acusados de cometer abusos y actos de violencia en Cuba.
Orta Mateo, natural de Cárdenas (Matanzas), vive en la Florida desde hace unos 5 años y podría incluso ser ciudadano estadounidense. Ha sido identificado por sus víctimas como expolicía y exmiembro de la contrainteligencia cubana. Aseguran que hasta la propia PNR le temía. Lo acusan también de acoso sexual.
Por su parte, Grau Rodríguez es de San Antonio de Las Vueltas, en Villa Clara, y está acusado de golpear a presos en los calabozos y arrastrar a una mujer durante una detención.
Los dos represores identificados residen en el norte de la Florida y Juan Antonio Blanco, director ejecutivo de la FHRC, asegura que "podrían ir a prisión" si se demuestra que mintieron a Inmigración a la hora de solicitar sus permisos de residencia y las visas.
Asimismo explicó que su organización más que dar caza a los represores, quiere disuadirlos de instalarse en la Florida. También pretenden enviarles un mensaje claro de que los colaboradores del régimen no se van a ir de rositas y tendrán que hacer frente a procesos judiciales.
La FHRC ha enviado los expedientes de los dos represores identificados en el norte de la Florida a una oficina en Washington en la que colaboran agentes de Inmigración y Aduanas, del FBI y del Departamento de Seguridad Nacional.
Juan Antonio Blanco ha defendido su iniciativa en favor de los derechos humanos para presionar a los funcionarios del aparato represor en Cuba a cometer abusos en la Isla contra quienes no piensan como ellos.
La Fundación para los Derechos Humanos en Cuba ha recibido al menos otras 13 denuncias. De ellas, cuatro han sido transferidas a las autoridades de los Estados Unidos.
A la FHRC no le preocupa que los dos represores denunciados decidan escapar y regresar a Cuba, porque considera que si lo hacen esto reforzaría el efecto disuasorio de sus denuncias.
Desde el año pasado, la Fundación trabaja en un censo de represores cubanos residentes en Estados Unidos. En esta base datos incluyen vídeos, fotos e información aportada por opositores y víctimas en Cuba.
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