Autoridades de Cuba continúan investigando las causas del colapso del puente de Zaza del Medio, tras la crecida del segundo río más caudaloso del país a finales de mayo. Según su diseñador original, el viaducto “estaba entero” y había cumplido todas las inspecciones requeridas.
“El puente colapsó no porque el volumen de agua fuera superior a lo previsto; puedo asegurar que sí tiene capacidad para ese caudal y más. Pero sucedió que el impacto del tronco, que iba a gran velocidad, se produjo en el punto más crítico, que es la columna externa aguas abajo”, dijo al diario local Escambray el ingeniero civil Alfredo Moreno.
El experto, que participó en las obras de construcción de la vía hace 34 años, aseveró que “anteriormente se habían cumplido todas las inspecciones requeridas y el puente estaba entero, sin nada que supusiera una fractura”.
La larga pasarela de 175.92 metros ha resistido otros fuertes embates del río Zaza sin estremecerse y hoy resulta imprescindible para la comunicación entre la comunidad taguasquense y la cabecera de la provincia.
Esta última crecida, sin precedentes en los últimos años, afectó otros viaductos a lo largo del río en la provincia: el situado en la carretera que conduce de Sancti Spíritus a la localidad de Yaguajay, el ferroviario de Zaza del Medio y, en menor medida, los ubicados en la Autopista Nacional y la Carretera Central, vía a Jatibonico.
Según relató Moreno, el viaducto fue levantado en apenas seis meses por la Brigada de Puentes de la Agrupación No. 105 de Obras de Ingeniería, del Micons. “Esta obra fue concebida bajo un esquema de tipificación cubano-soviética que contemplaba vigas de 10 a 25 metros sobre pedestales fundidos in situ”, indicó.
“Porque la tecnología de la época no permitía ir de un apoyo a otro con una mayor longitud, como ocurre con el que está ubicado en la Carretera Central. Fue una solución que técnicamente no tiene ningún problema”, afirmó el especialista, que tras su jubilación continúa vinculado a la Empresa de Proyectos de Arquitectura e Ingeniería de Villa Clara.
Moreno, que estará una vez más a cargo del proyecto para solucionar el desprendimiento de la losa central del puente, advirtió que “los trabajos se van a demorar” y que el concepto que pretenden llevar a cabo “no es nada fácil”.
“Llegar al nivel del cabezal es complicado y ponerlo en explotación debe tardar como seis meses porque todavía no están los recursos necesarios, sin contar el tiempo de demora para sacar las vigas y montarlas, a lo cual se unen la necesidad de realizar fundiciones in situ, además de las losas del tablero, todo lo cual requiere de una grúa de gran porte”, explicó.
Hasta ahora, los buzos de la Empresa de Obras Marítimas pudieron detectar, de forma preliminar, que en la base central del viaducto hay una pequeña socavación, “pero no es peligrosa”, aunque la columna impactada partió en el pedestal.
A decir de Miguel Ángel Luna Castro, director del Centro Provincial de Vialidad en Sancti Spíritus, existen dos variantes para devolver la funcionalidad al viaducto. Una parte de “utilizar la misma base, trabajar en la recuperación de la cimentación, descubrir lo que quede de las columnas y dejarle una longitud de acero, para que sirva como amarre a la nueva fundición, sacar la sección empotrada del pedestal y a partir de ahí restablecer las columnas”.
“Se analizó además la posibilidad de utilizar vigas colocadas en otros puentes en desuso, y está en análisis la posibilidad de su traslado, si son recuperables o no; de lo contrario, hay que construirlas y contra ello conspira la falta de acero”, precisó Luna.
De acuerdo con el diario, los trabajos “alcanzarán cifras millonarias” y comenzaron desde que terminaron las lluvias, con prioridad para el puente en la carretera que va al municipio más norteño.
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