El agente de la policía Kevin Valencia continúa en estado crítico luego de recibir un tiro en la cara al enfrentarse al hombre que tomó de rehenes y asesinó a cuatro niños en una casa en Orlando, según informó el Departamento de Policía de esa ciudad a través de Twitter.
Valencia fue herido cuando respondía junto a otros compañeros a un llamado de violencia doméstica el domingo. Gary Wayne Lindsey, de 35 años, utilizó a los niños (dos eran hijos propios y dos, fruto de una relación anterior de su pareja), de entre 1 y 12 años, como rehenes y terminó asesinándolos y suicidándose.
"Nuestra investigación preliminar revela que los niños fueron hallados muertos en sus camas, con los mismos pijamas que les había puesto su madre (...) y murieron mientras dormían", señaló la Policía en su cuenta de Twitter.
En el mismo post, se indica que el agente Valencia "permanece en condición crítica" en el Centro Médico Regional de Orlando.
Lindsey contaba con un largo historial criminal y había ingresado en la cárcel del condado de Volusia, en el norte de Florida, varias veces desde 2004 por diversos hechos delictivos.
Los compañeros de Valencia han estado al pendiente y han organizado una recaudación de fondos para ayudar a la familia con la operación a la que fue sometido de urgencia y los gastos de hospital.
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