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La Habana, 20 may (EFE).- Dos días después de la tragedia, los cubanos se aferran a la esperanza y siguen en vilo la recuperación de las tres únicas supervivientes entre los 113 ocupantes del avión accidentado el viernes en La Habana, cuya batalla por la vida aporta el único atisbo de luz en medio del dolor que enluta a la isla.
Aunque las tres jóvenes cubanas mantienen un estado "crítico grave" debido a los severos traumas craneales, fracturas y quemaduras sufridas en el siniestro, sus familiares aprecian el "milagro" de que estén aún con vida y agradecen el continuo apoyo de un país entero dedicado a arroparles en el difícil trance.
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"Toda Cuba está pendiente de esta situación. El apoyo ha sido inmenso. Estamos muy agradecidos con todos. Nadie hubiera querido que pasara esta catástrofe, pero pasó y ahora tenemos que luchar por ella y por las demás", dijo a Efe Maylín Díaz, hermana de la joven sobreviviente de 19 años Maylén Díaz.
Díaz, originaria de Holguín (este), viajaba con su esposo, que se encuentra entre los 110 fallecidos del vuelo DMJ-972 operado por Cubana de Aviación que se estrelló el viernes a las 12.08 hora local (16.08 GMT) en una zona de cultivos a un kilómetro del aeropuerto internacional José Martí de La Habana.
El Boeing 737 alquilado a la compañía mexicana Global Air cubría la ruta entre La Habana y Holguín cuando se precipitó a tierra minutos después de despegar, por causas aún desconocidas.
"Ella (Maylén) perdió a su esposo que iba con ella. Es un milagro, un milagro grande, porque en las condiciones que ese avión quedó, ahora estar aquí viva con nosotros es un milagro", confesó.
Mientras espera noticias junto a otros 40 allegados en una sala del hospital Calixto García de La Habana, Maylín no puede dejar de mirar fotografías de su hermana, una "joven típica, alegre" que la mira sonriente desde la pantalla del móvil.
La bailarina habanera Gretell Landrovell también "tiene a un mundo atrás pendiente a su mejoría, todos pidiendo porque salga de esto lo más pronto posible", señaló Ana Rosa Meneses, la directora de la compañía flamenca Ecos, donde baila Landrovell.
"Todas las bailarinas estamos aquí a toda hora, manteniendo la esperanza de que como fue un milagro que fuera sobreviviente, también va a ser un milagro que se salve, porque es joven, porque es fuerte, es una niña llena de espíritu y de alegría, eso tiene que salvarla", insiste.
También se han acercado a brindar su solidaridad los profesores y compañeros de aula de Landrovell, quien compagina la danza española con sus estudios de sexto año en la carrera de Ingeniería Industrial, para lo que acudía los fines de semana y las noches a la Universidad Tecnológica de La Habana (Cujae).
En la pequeña habitación el dolor y la angustia son palpables, pero el ambiente no está cargado de pesimismo: predomina el espíritu de que "mientras haya vida, hay esperanza".
Imágenes del prócer cubano José Martí y del expresidente Fidel Castro, un televisor, dos teléfonos, un refrigerador, termos con agua, café y té completan el sencillo ajuar del sitio, agitado por el constante ir y venir de personas que pasan a dejar una nota, un abrazo, una palabra de aliento o a veces solo comida o bebida.
"Aquí han venido personas que no conocemos a traer pomos de agua, de café. Aunque no los conozcamos, Cuba entera está sufriendo esto", aseguró a Efe Niurys Saborit, la tía de Emiley Sánchez, la primera de las heridas en ser identificada.
Sánchez, holguinera de 39 años, ha recuperado la conciencia, pero las quemaduras que cubren el 40 por ciento de su cuerpo representan un grave peligro para su vida, según explican los médicos que la tratan, un grupo de más de 20 especialistas que ofrecen partes minuciosos sobre el tratamiento y la evolución de las pacientes.
La madre y el hermano de Emiley, Julio Luis de la O, que viajaron desde Holguín junto al hijo adolescente de la herida, se mantienen tranquilos y esperan pacientes las actualizaciones médicas.
"Ahora lo que queda es esperar, es una angustia, pero aquí al menos estamos todos", agregó Luis de la O.
Los medios oficiales cubanos, que han realizado una inédita y detallada cobertura del siniestro, difunden en cada noticiero y emisión radial información sobre el estado de las tres supervivientes.
En la mañana de hoy, el "número dos" del Gobierno cubano, Salvador Valdés, se detuvo a conversar con los familiares, como hizo ayer sábado el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, quien aseguró que las "familias estaban tranquilas" y atendidas.
"En medio del dolor, todo lo que hagamos es poco", destacó el mandatario.
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