Era la 1.30 de la madrugada de este viernes cuando Jonathan Oddi, un residente de Doral, ingresó al complejo de lujo del presidente Donald Trump en esa localidad de Miami cargando a cuestas con una bandera estadounidense y un arma de fuego.
Los detalles son aún confusos debido a que las autoridades confiesan que la investigación va con cautela, pero algo sí ha sido confirmado: Jonathan Oddi, de 42 años, tenía toda la intención de ejecutar una demostración de rechazo contra el presidente Trump.
De momento las autoridades no hablan de motivaciones específicas de Jonathan Oddi, ni si padece de alguna enfermedad mental, pero sí son claros en una afirmación: el hombre manifestaba una retórica anti-Trump mientras sembraba el pánico en el hotel del presidente. En sus redes sociales Oddi se define como agente de bienes raíces, instructor de ejercicios y un amante de los minerales y piedras preciosas. Además, vive en un complejo de apartamentos a escasos minutos del hotel donde provocó el incidente esta madrugada.
Antes de disparar sin ningún objetivo claro, ni siquiera contra alguna persona en específico, Oddi profirió ofensas de todo tipo contra el presidente mientras invocaba la bandera estadounidense que llevaba en sus hombros.
Las alarmas contra incendio se activaron y los empleados del Trump National Doral Golf Club ejecutaron sus protocolos de emergencia, aislando el vestíbulo de las restantes áreas para huéspedes. Efectivos de policía de Doral y Miami Dade llegaron en tiempo récord a la instalación antes de que el atacante causara daños mayores o víctimas mortales.
Lo neutralizaron con disparos en extremidades inferiores, algo muy poco usual en maniobras de esta magnitud (los oficiales de policía admiten que en el 90% de los casos, disparan al pecho). En conferencia de prensa esta mañana las autoridades confirmaron que Jonathan Oddi recibió varios balazos en las piernas, y que se encuentra en condición perfectamente estable mientras le atienden en el Kendall Regional Hospital.
Juan Pérez, jefe de policía de Miami Dade, dijo que el episodio ha tenido un final casi feliz debido a que no hubo víctimas mortales o heridas más allá de las sufridas por el atacante, pero que pudo ser mucho peor. “Tenía la intención de emboscar a nuestros agentes”, apuntó Pérez.
Durante el día de hoy las avenidas aledañas al Trump National Doral Golf Club han sido reabiertas, aunque la entrada al complejo sigue bloqueada por las autoridades como parte de la investigación en curso. Los huéspedes del hotel no debieron ser reubicados.
Eric Trump, hijo del presidente, publicó en Twitter un comentario agradeciendo a los departamentos de policía su efectiva reacción durante el incidente.
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