Ketty Fresneda, la concursante cubana que participa en la sexta temporada de Masterchef España, tuvo ayer un día más relajado y menos amargo que la pasada semana, cuando se convirtió en foco de la principal polémica de la anterior emisión del reality culinario.
Esta semana la cubana fue una de las favoritas del jurado, que este domingo no dudó en erigirla en ganadora absoluta de la primera prueba de la noche con unos “riñones al jerez”, una receta aprendida de su suegra gallega, que la hizo acreedora de un codiciado premio: un viaje en crucero por el Mediterráneo para dos personas, con los gastos pagos.
El primer reto de la noche era elaborar un plato libre con una pieza de vacuno ―en este caso de la raza ternera rubia gallega― que los concursantes habían encontrado debajo de la “caja misteriosa”.
Como a la cubana le tocó cocinar los riñones de la vaca optó por preparar con ellos el citado guiso, que conquistó al jurado.
Sin embargo, la capitanía de su equipo en la segunda prueba de la noche se le atragantó y no salió bien dirigiendo a sus compañeros. El reto consistía en cocinar para el cantante español Pablo Alborán y para su equipo de trabajo.
El problema era que no se trataba de un menú cualquiera, sino de uno diseñado por el chef Dani García (dos estrellas Michelín) y que, además, los dos equipos debían trabajar por turnos (y con la concursante cubana al frente de ambos) en todas las complejas elaboraciones: gazpacho amarillo con tomate nitro y erizos, arroz de morcilla y navajas, pescadilla de Marbella con jugo de chirlas, y, como postre, boniato asado con mandarina especiada.
Aunque Ketty estuvo entre los nueve aspirantes que fueron a la ronda de eliminación, consiguió superar la prueba y estará, al menos, durante una semana más en el programa.
A Juzgar por un vídeo publicado en el perfil oficial del programa, fuera de las cocinas de plató también se le ha visto más relajada y divertida con sus compañeros.
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