Cuba ha vuelto a paralizar la producción de almohadillas sanitarias, conocidas popularmente como íntimas. Esta vez, según informa el periódico Trabajadores, se debe a que no hay materia prima, por lo que este producto de primera necesidad dejará de fabricarse en el país durante los próximos 30 días.
La producción se reanudará cuando el 30 de abril llegue al puerto de La Habana la pulpa de celulosa importada, que no se compró antes por falta de dinero. Su descarga se hará en turnos de madrugada, para poner las fábricas del país en marcha cuanto antes. Éstas, mientras tanto, recibirán mantenimiento.
La empresa Mathisa, que produce las íntimas en Cuba, paró sus máquinas este 29 de marzo. Su directora general, Emma Hernández Ibarra, ha asegurado que hasta ahora la población no ha notado los altibajos de suministros porque se ha vendido la reserva de la fábrica en las farmacias.
Para suplir la falta de íntimas, Mathisa ha aumentado la fabricación de algodón de 150 gramos en Santiago de Cuba y La Habana. Este producto sustituirá en abril la entrega racionada de íntimas a las mujeres.
Mathisa ha comprado de golpe toda la materia prima necesaria para fabricar 42 millones de unidades de íntimas este año, un dato similar al de 2017. Los 10 materiales necesarios para echar a la andar las máquinas en Cuba proceden de España, Francia y China. En la Isla se fabrican los envoltorios y el embalaje. Esta labor se hace de forma manual: 300 unidades por minuto, de ahí que al mes sólo se puedan sacar entre 3,6 y 3,8 millones de paquetes como máximo.
Las íntimas se producen en tres fábricas ubicadas en La Habana (abastece a la región oriental), Sancti Spíritus (región central) y Bayamo (oriente).
Cuba ha autorizado la construcción de otras dos fábricas de pañales y almohadillas sanitarias: una es vietnamita y la otra es una compañía mixta cubano italiana. Ambas estarán en la Zona de Especial Desarrollo del Mariel.
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